Se suele decir que en verano no pasa nada importante, exceptuando la triste desgracia de los incendios forestales. Pero no es verdad. Lo que ocurre es que pasan cosas diferentes. Cierto es que muchas actividades se paralizan o ralentizan, pero el verano también es ocasión de grandes y aleccionadores acontecimientos que, de no estar atentos se escapan a las almas distraídas. Es verdad que los políticos se van de vacaciones con las perricas que nos sacan, pero también es real que a menudo, suelen aprovechar el estío para metérnola atravesá por lo bajini, sin hacer ruido.
Como tomar acuerdos y aprobar leyes que, de hacerlo en otra época del año supondrían un escándalo o una encendida protesta… en los bares, que es lugar preferido por los españoles para protestar contra toda injusticia. Sin embargo hemos magnificado la importancia de la política y sus derivados, en detrimento de otros aconteceres de más interés que la deuda soberana o la tomadura de pelo de los Ere´s. Y este artículo quiere dar humilde testimonio de ello. Así que, entremos en faena con uno de los grandes titulares de este tiempo de canícula, antes de que se me deshaga del todo la sesera, que camino lleva.
Belén Esteban, ¡supera con excelente la ‘operación bikini’! O sea, con sobresaliente. ¿No les parece grandioso que la “princesa del pueblo”, siempre tan entregada a sus conciudadanos, haya superado con creces semejante reto? ¿No es acaso ésta co-presentadora de “Sálvame” un espejo donde mirarse? ¿No es esta la meta y ejemplo a seguir de tantas y tantas jóvenes españolas? Claro, yo siento una enorme admiración por estas gestas, siendo consciente como soy de que a mí ni me dejarían presentarme a la prueba. Pero es que esto es algo así como decir: <<fulanica de tal, natural de Lepe, ha quedado campeona mundial de natación>>. Y la verdad, yo he visto las fotos y doy fe. Se la ve como al buen jamón que, como todo experto sabe, como mejor está es “entre gordo y magro”. Y además, como es preceptivo, enfundada en una mini prenda de policloropreno o caucho sintético producido por la polimerización del cloropreno con buena estabilidad química y flexible en un amplio rango de temperaturas. O sea, que llevaba un bikini de neopreno de color llamativo. Y hasta me he enterado que luce dos, uno verde y otro rosa ¡Menudo tipazo! Nada que ver con la generosa humanidad que exhibía en Gran Hermano VIP. Pero lo más alucinante y grandioso de esta mujer es que, para desesperación de los paparazzi, ¡ha compartido gratuitamente sus fotos! Nunca este país, que antes o después olvida a los más grandes, se lo agradecerá bastante.
Ustedes se estarán preguntando: ¿y qué interés tiene todo esto? ¡Ay, amigos míos! El calor veraniego les merma reflejos. Pues la importancia de todo esto es que, con un éxito tal de la Belén, la audiencia de Sálvame deluxe subirá –para los entendidos, el share o cuota de pantalla-. Lo que implica, y aquí está el quid de la cuestión, que muchos más jóvenes patrios y ciudadanos en general podrán beneficiarse de este programa, educativo donde los haya, en una España ansiosa por salir de la incultura y la zafiedad y tan huérfana de buenos planes de educación y ministros del ramo. Programa, todo hay que decirlo, magistralmente dirigido por Jorge Javier Vázquez, el ejemplo, el paradigma de presentador educado, de gran finura intelectual, de saber estar, de exquisita prudencia en su verbo, enemigo acérrimo de las malsonancias y la chabacanería. En fin, todo un señor.
Y volviendo a la Belén -que al parecer ya se ha recuperado de los cuernos que le puso su novio Miguel-, una vez más se confirma este pecado español de la envidia. Ángela Portero se descuelga insinuando que las fotos podían llevar photoshop, que no es pa tanto y que en algún sitio habrá escondido los kilos, haciendo trampa. ¡Pero será…! ¡Anda que…! Menos mal que otros catedráticos del programa, con un acendrado sentido de la justicia y el compañerismo, como Kiko y Paz Padilla, han atajado este malediciente bulo con su ecuánime y docta intervención: <<De photoshop nada, monada, que Belén está así de estupenda>>.
Sin embargo, amigos, no es esta la única noticia esperanzadora de la veraniega vida española. Nuestros jóvenes y jóvenas tienen mucho que aprender sobre la aceptación de sí mismos. Sentirse a gusto con el propio cuerpo, sin complejos, pisando fuerte por la vida y por las playas sea cual sea y como sea su “yo” carnal. Afortunadamente en ésta fértil Iberia tenemos maravillosos ejemplos a seguir, como es el icónico caso de Tereru Campos. Relajada, segura de sí misma, disfrutando en las playas alicantinas y dejando a la vista de todos, su voluptuosa y voluminosa figura. Es la necesaria otra cara de la moneda. Tereru, enfundada en un bañador negro tradicional, ha sentenciado magistralmente que a ella <<la operación bikini se la refanfinflar>>.
No me digan ustedes que el verano no es fértil en noticias de calado que, bien analizadas, pueden suponer el ansiado y milagroso avance que necesita, desde hace décadas, el sufrido pueblo español, tan despreciado y ninguneado por los planes de educación.
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