El Faro de Hellín

Su presidente, Ignacio Valcárcel, niega cualquier tipo de anomalía

Para salir al paso de todas las versiones que se están dando sobre el asunto de la declaración de Interés Regional, la transformación en regadío de 862 hectáreas al sur de Cancarix, pertenecientesla SAT “Regadíos del Sur de Hellín”, su actual presidente, Ignacio Valcárcel, convocaba a los medios de comunicación, asegurando que estaba cansado de oír cosas que “no se ajustan a la verdad”.

Valcárcel, al que le acompañaba uno de los componentes de esta SAT, Jaime Pérez, en representación del grupo inversor Cancarix Hortipn S.L., comenzaba su intervención haciendo un pequeño relato del recorrido de esta sociedad agraria, aunque primero se remontó hace unos 40 años, cuando se hizo realidad el también muy polémico trasvase Tajo-Segura. Con la construcción del túnel, con una longitud de 20 Kilómetros, se descubrieron unas filtraciones de agua que iban al pantano de Talave, aproximadamente diez hectómetros cúbicos anuales.

En aquellos momentos se decidió que de estos caudales cuatro fueran destinados a la Cuenca del Júcar y los seis restantes a la del Segura, creando un Decreto de Ley para adjudicarlos s tierras hellineras, con la necesaria condición que existieses estructuras suficiente para poder albergarlas y utilizarlas.

Así que pasen cuarenta años
Así, pasado los años, y como apuntábamos en nuestro número anterior, todo el mundo hablaba de esta agua pero nadie movía un dedo para hacer por fin justicia y restituir a Hellín un bien que le pertenecía por derecho. Mientras que regantes de Albacete se beneficiaban de ellas utilizándolas.

Hace tres años, y seguimos con la historia relatada por Valcárcel, un grupo de agricultores, la mayoría de ellos con tierras en Cancarix y Agramón, constituyeron esta Sociedad Agraria con el firme propósito de llevar a cabo un ambicioso proyecto de recuperar para estas tierras de secano, una agua que les pertenecían, con el fin de crear riqueza y trabajo.

Los primeros trámites de llevan a cabo en el mes de agosto de 2012, paso a paso se fueron complementando, sin que nadie, en estos primeros meses de plazo, presentará ningún tipo de alegación, hasta que en el año 2013, aparecen otras dos SAT que piden la misma agua, teniendo que recurrir a la Dirección General del Agua en Madrid para aclarar en problema.

Tras ajustarse al nuevo Plan Hidrológico de la Cuenca, volviendo a solicitar el agua es cuando, aseguraba, el portavoz de la SAT, empezaba la gran polémica que nos ocupa.

Valcácel se quejaba amargamente de las informaciones que se estaban publicando haciendo como ejemplo más evidente, las realizadas desde Toledo por un alto carga político donde, matizaba con ironía, les habían bajado drásticamente el número de socios:

“De la noche a la mañana oigo que ya no tenemos 34 socios, nuestra SAT, solo tiene una dueña, una señora que ocupa un cargo político, borrándonos a los demás del plano”

También quiso dejar bien claro que ellos se habían financiado toda la obra de infraestructura, sin contar ni con un euro de subvención

“Esto es una vulgar tramitación administrativa que han llevado por intereses políticos a unos límites inexplicables, porque nadie se presentó en tiempo ni en forma a la demanda para parar la concesión”.

Más de 250 puestos de trabajo
Ignacio Valcárcel, tras elogiar la postura de Manuel Mínguez en este asunto, aunque no quiso olvidar la ayuda prestada por su predecesor en el cargo, el socialista Diego García Caro, aseguró que en aquella zona se habían creado más de 250 puestos de trabajo que se podrían multiplicar el día que se pudiera regar con esta agua.

“Nosotros no podemos entender lo que esta pasando en Hellín, allí se están realizando obras muy importante para un futuro y parece que esta gente lo quiere tirar por tierra”,

“Ahora, continuó, todo el mundo quiere las aguas, Esta declaración debería ser una gran noticia para Hellín y resulta que nos estamos tirando piedras como en una batalla campal”.

Más adelante, a preguntas de los informadores, quiso aclarar lo que estaba ocurriendo con la diputada nacional cuyo gran delito, dijo, era tener menos de 63 hectáreasa: “Una señora de la SAT, la gran terrateniente, que tiene compartidas entre ocho miembros de su familia 63 hectáreas. Esta señora no ha tenido nada que ver en la SAT, es como he dicho, copropietaria en una sociedad integrada en la SAT. No puedo entender como están desmadrando esta, repito, gran noticia,”

“Ahora, ironizó, como ya hemos perdido cerca de 40 años, al parecer, no eran bastantes y vamos a ver los que perdemos esta vez”.

Sus últimas intervenciones fueron para volver a romper una lanza a favor de Manuel Mínguez, en este largo camino emprendido por estos agricultores, y al mismo tiempo recordar que en los próximos meses se iban a celebrar elecciones locales y regionales y que quizás en esta circunstancia y la coincidencia con la militancia política y su cargo de una de las socias de la SAT, lo que se estaba aprovechando por cierta la clase política.