El Faro de Hellín

Por Sol Sánchez

Escribo desde el año en el que estamos, y desde todos y cada uno de los países desarrollados.

¡Soy una mujer y me siento orgullosa de serlo! Me gusta caminar sobre unos zapatos de tacón, pintarme los labios, mirarme al espejo y ser femenina. Si dijera que no me gustan los piropos, ¡¡¡mentiría!!! Piropos no groseros, por supuesto. Pero un piropo con respeto, me encantaría el resto de mi vida. En todos los años que tengo, no recuerdo que me hayan hecho sentir inferior por mi condición de mujer. He tenido jefes y jefas. En los trabajos que he desarrollado, he cobrado lo mismo que mis compañeros. He hecho lo que he querido, y he podido en la vida. Nunca me he sentido marginada. Me gusta que los Reyes Magos en la Cabalgata sean hombres y no los cambien por mujeres. He pensado muchas veces en lo afortunadas que somos al poder tener el privilegio de la naturaleza de poder parir a nuestros hijos, mientras que a los hombres no se les ha concedido ese “don”, y además, estadísticamente, viven siete años menos que las mujeres y no los he visto hacer una manifestación por esa desigualdad. Desde que era pequeña, recuerdo a mi madre, obligándome a ser yo la que hiciera las tareas del hogar, mientras que a mi hermano le permitía no hacer nada (a mi padre jamás lo escuché hacer esas diferencias). Desde niña he tenido que pedir ayuda a alguno de los hombres que tenía cerca, porque yo era incapaz de levantar cierto peso, y ellos si lo conseguían. Y a día de hoy, sé que sigo sin poder hacerlo y sigo pidiendo ayuda sin ningún tipo de resquemor.

Tengo amigas que fueron valientes, crearon empresas, y hoy viven muy bien de su trabajo y su esfuerzo. Tengo amigos que nunca hicieron nada y van dando tropezones de aquí para allá. Y también conozco casos al revés. Admiro esos esfuerzos en hombres y en mujeres.

Vivo en un mundo de hombres y mujeres, en el que a veces son ellos los que meten la pata, y otras ellas. Condeno la injusticia, intolerancia, racismo, falta de respeto, violencia, la marginación tanto a un hombre como a una mujer.

Condeno cada caso de una mujer que muere, o es maltratada por un hombre y condeno cada caso de un hombre que es maltratado psicológicamente por una mujer.

¿Qué soy…, feminista, o machista? ¿Qué partido político me representa?

Para mí las mujeres que respetan son bellas y los hombres respetuosos, también.

Y creo que si todos defendemos en nuestro día a día, en nuestro paso a paso, en nosotros y en

los demás, las injusticias con las que nos vamos encontrando…, viviremos en un mundo justo y equilibrado.