por Antonio García
Hellin, a 24 de noviembre de 2014
Cuando las barbas del vecino veas pelar, pon las tuyas a remojar. Porque al paso que llevamos, no tardaremos mucho en quedarnos sin barbas, en este país tan esponjoso y adicto a seguir las últimas modas y corrientes, provenientes sobre todo del mundo anglosajón y franchute. Aunque ahora no se tratará de modas “prêt-à-porter”, sino de disposiciones dictadas por la mismísima Unión Europea, que como todo el mundo sabe es algo así como un nuevo Imperio Carolingio que cada vez nos lleva a ser menos libres y originales, independientes y autónomos en nuestras costumbres, leyes, creencias y tradiciones. Nos guste o no. Aunque el español no necesita “cominos pa regoldar”, pues son notorias las contradicciones que pueden darse en cada individuo ibérico, que lo mismo es capaz de matar por la virgen de su pueblo, que de pegarle fuego a la iglesia del pueblo vecino, con vírgenes y santos dentro. Y vecinos también.
Esto que voy a contarles está ocurriendo en el país más democrático del mundo, en el que más se protegen los derechos constitucionales y donde existe una acendrada tradición de libertad religiosa: Estados Unidos de América.
El 13 de mayo de 2014 un Tribunal Federal ordena a Estado de Idaho que de vía libre y empiece a celebrar <> homosexuales a partir del 15 de Octubre. Como ven, en todas partes cuecen habas, pues los jueces, en nombre de los “derechos de los homosexuales” pisotean tanto a las autoridades estatales como a los mismos votantes, que ya se expresaron en sentido contrario mediante referéndum. De modo que el 15 de Octubre, los homosexuales han empezado a <> en el ayuntamiento. Pero, ganada esta batalla con el Estado, ya están preparando el combate contra las iglesias y comunidades religiosas, para obligar a los sacerdotes y a los pastores a <>. De hecho, el día 17 siguiente dos homosexuales se pusieron en contacto con los pastores de una iglesia evangélica protestante de una ciudad de Idaho, un matrimonio octogenario que está a punto de celebrar sus bodas de oro, y muy conocidos y respetados en la ciudad. Dicha iglesia evangélica rechaza el <> homosexual, como muchísimas otras iglesias y comunidades religiosas. De manera que, cuando reciben la petición de <> a dos hombres, ambos cónyuges se niegan, legítimamente, en nombre de su doctrina. ¡Pero!, los <> no se inquietan, porque saben que el lobby gay cuenta con una baza política: el alcalde de la ciudad -que pertenece a un partido independiente de izquierdas-, al que tienen de su parte. Sepan ustedes que en muchos Estados americanos los alcaldes tienen poderes de policía y pueden mandar efectivamente a la cárcel a quien viola sus órdenes. Así que la autoridad interviene y notifica a los pastores que, o celebran “inmediatamente” la boda entre los dos jambos, o tendrán que pagar una multa de mil dólares por cada día de retraso. Además de ser arrestados y conducidos a chirona, a razón de 180 días de encierro por cada día que pase sin querer celebrar las <>. O sea, que si este par de piadoso ancianos mantienen su postura durante un mes, por ejemplo, la cosa les saldría por treinta mil dólares y catorce años de cárcel. Más de lo que posiblemente les quede de vida. Y todo ello, por ser coherentes y fieles con su doctrina, y en un país que presume de libertades a mogollón.
Pero afortunadamente para estos pastores evangélicos, en EE.UU existe una organización de juristas y abogados que luchan por la causa de la libertad religiosa, la vida y la familia, y que de momento han conseguido bloquear la ejecución de la orden del alcalde. Organización por cierto muy temida por el lobby gay, pues consiguen ganar la gran mayoría de los casos. Pero la lucha se anuncia larga y decisiva para la libertad religiosa en el país imperial.
De lo que tal vez muchos no se den cuenta es de que estos casos, aparentemente aislados y estrambóticos, son la punta de lanza, la avanzadilla de los grupos gays y feministas para colar sus privilegios en las legislaciones de todo el mundo occidental, a costa de lo que sea. Y que allí donde se aprueban las leyes sobre la homofobia, allí donde los «matrimonios» homosexuales sean reconocidos por las leyes, allí donde se sostiene que los derechos de los homosexuales a no ser discriminados tienen superioridad o ventaja sobre cualquier otro derecho, es sólo cuestión de tiempo que se arresten y encarcelen también a los sacerdotes y pastores de cualquier Iglesia que se nieguen a «casar» a personas del mismo sexo.
¿Se llegará a esto en España? ¿Ustedes que creen? Los poderosos lobbies gays ya han anunciado que, una vez en el bote los Estados, ellos se encargarán de que también las Iglesias estén obligadas a “no discriminar” y a <> a los homosexuales. ¿Pero cómo?, dirán muchos. ¡La Constitución protege la libertad religiosa! Ya, como en Estados Unidos. Como también protege la vida del no nacido y sin embargo…
Y aviso a navegantes: el germen ya está en Europa y en nuestro propio país.
Cuando las barbas del vecino…
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