El Faro de Hellín

La tragicomedia de Gyulnara y el Bakú

Como es sabido, en España son varios los clubes de fútbol, la mayoría de Primera División, que han sido adquiridos en los últimos años por inversores extranjeros, con el claro objetivo de hacer negocio y, al mismo tiempo, si esto es posible, mejorar la competitividad de los equipos. Entre ellos, los más importantes están:
El Valencia CF: En 2014, el empresario singapurense Peter Lim compró una participación mayoritaria en el Valencia CF a través de su empresa, Meriton Holdings. Desde entonces, ha mantenido el control del club, aunque su gestión ha generado controversia entre los aficionados y la prensa local.

El RCD Mallorca: Este club balear fue adquirido por ACQ Legacy Partners, una compañía estadounidense. La inversión ha venido acompañada de una expansión de capital con el objetivo de fortalecer la posición del club en el fútbol español y mejorar su infraestructura.

El Granada CF: El club fue adquirido en 2016 por el empresario chino Jiang Lizhang, después de que la familia Pozzo, dueña anterior, vendiera sus participaciones. Lizhang ha tenido dificultades financieras desde entonces, lo que ha afectado la gestión del club.

El Real Valladolid: En 2018, el exfutbolista brasileño Ronaldo Nazário compró el 51% de las acciones del Real Valladolid. Su inversión busca no solo mejorar el rendimiento del equipo, sino también modernizar su gestión y expandir su marca.

También existen claros ejemplos en el fútbol europeo, como la Premier League inglesa y la liga francesa, siendo el más conocido el París Saint Germain, en manos de los países árabes, donde han militado jugadores tan importantes como Messi o Mbappé, recientemente fichado por el Real Madrid.

Estas adquisiciones son parte de una tendencia más amplia de globalización en el fútbol, donde inversores de diferentes partes del mundo, en su mayoría del continente asiático, ven en los clubes españoles una atractiva oportunidad de negocio debido a la popularidad global de La Liga y el potencial de ingresos por derechos de transmisión en televisión y marketing.

Esta tendencia ha sido recibida con opiniones mixtas, ya que, si bien trae consigo la promesa de estabilidad financiera y mejoras en infraestructuras, también plantea desafíos como la adaptación cultural y la resistencia de los aficionados locales. Por ello, tanto la FIFA como la UEFA pueden tomar cartas en el asunto.

En Hellín también “sufrimos” hace años un caso similar con la llegada de una ciudadana de la República de Azerbaiyán, de nombre Gyulnara Khnanbabaeva Narirova, con el firme propósito de hacerse cargo del histórico C.F. Hellín Deportivo, componente por aquel entonces del grupo XVIII de la denominada 3ª División, con el proyecto inmediato de conseguir el ascenso a la 2ªB, hecho insólito en su larga trayectoria.

La nueva presidenta, que desde un principio no “cayó con buen pie” entre los mandatarios del Ayuntamiento que regía el Partido Popular, con Manuel Mínguez como alcalde y Antonio Moreno como concejal de Deportes. Con este último pronto surgieron encontrados cambios de opiniones, el primero cuando mandó a la Policía Local a desalojar a los jugadores del Bakú Hellín Deportivo -nueva denominación impuesta- de los terrenos del Santa Ana, donde estaban realizando su entrenamiento a las órdenes de Yoyo Ocaña, alegando los recientes trabajos que se habían realizado como arreglo del césped, que según el propio entrenador se encontraba bastante deteriorado.

En aquellos días, a punto de iniciarse la temporada 2012-2013, fueron muchos los comentarios que se podían oír, especulaciones, que se podían leer a través de los diferentes medios de comunicación, por ejemplo, el Digital Deportivo de Albacete, que aseguraba que el grupo comprador no había abonado aún los 120.000 euros acordados para el traspaso de poderes, con el fin de hacer frente a las deudas que arrastraba el Hellín D. de la temporada anterior por falta de pago a los jugadores y al equipo técnico.

Tras el incidente de la utilización de los terrenos para el entrenamiento, ocurrido el 24 de octubre de 2012, la presidenta del Bakú Hellín Deportivo convocaba una rueda de prensa donde dijo encontrarse “muy enfadada e indignada”, acusando al edil de Deportes de falta de respeto y hostilidad, y que consideraba la actual situación como “surrealista y desproporcionada”, asegurando que ella estaba arriesgando su dinero, añadiendo “que si el problema soy yo, porque soy mujer o extranjera, ya no sé qué pensar, me marcho y punto”, y que su único objetivo y el de las personas que le apoyaban al venir a Hellín era mantener el equipo en 3ª y posteriormente ascender al equipo a 2ª B.

Pero las cosas no salieron como se esperaban, ni mucho menos, empezando con las tardanzas para hacerse cargo por parte de la nueva “dueña” del club de las referidas deudas que se fueron acumulando y aunque el equipo fue aguantando, ya el 24 de mayo de 2013, perdidas las esperanzas de conseguir un puesto en la clasificación que les diera derecho a jugar la promoción de ascenso a la 2ªB, los jugadores y el equipo técnico llevaron a cabo una sentada en el terreno de juego con anterioridad al inicio del encuentro.

Terminada la temporada, “como Dios les dio a entender”, la 2013-2014, fue todavía más negativa, y el equipo se libró del descenso en los últimos partidos, ya sin rastro de la malhadada Gyulnara Khanbabaeva, que hacía varios meses que había desaparecido dejando al Hellín Deportivo, triplicadas las deudas y completamente hundido en la miseria.

A pesar de ello, el que fuera presidente del club antes de la llegada de esta mujer de tan ingrato recuerdo, Manuel Martínez, a pesar de los pesares, volvió a echarse adelante y seguir compitiendo, aunque rodeado de los peores augurios.

Y así fue, el 9 de noviembre de 2014, tras perder en Santa Ana ante el Quintanar del Rey, Martínez, con un equipo que después de 12 partidos sin conocer la victoria, ocupando el último lugar de la clasificación, anunciaba en los vestuarios que acababa de comunicar a la plantilla y al cuerpo técnico la retirada del equipo de la competición. Luego llegaron los lamentos y “las madres mías”, las primeras las del alcalde, Manuel Mínguez y el concejal de Deportes, Antonio Moreno, que hablaban de la mala gestión realizada por los responsables del club en los últimos años y también cuyas últimas palabras de Manolo Martínez eran señalar al equipo de Gobierno del Ayuntamiento de Hellín como el principal culpable de esta desagradable circunstancia.

Desde entonces, y pronto van a hacer 10 años, el fútbol de categoría nacional “brilla por su ausencia” en nuestra ciudad, como consecuencia de las malas gestiones de unos y otros.

También comentar, para finalizar este recordatorio, que esta temporada, tras el ascenso conseguido, el Hellín Club de Fútbol, actual nombre del equipo, militará en la Primera Autonómica Grupo I de Castilla-La Mancha, junto a equipos como el Atlético Tarazona, D. Barrax, CD Quintanar del Rey o CD Caudetano, por nombrar algunos. El equipo ya ha comenzado los entrenamientos y Pedro Sáez continuará como entrenador, con la mirada puesta en el ascenso.