También sacaron a la luz las dificultades llegadas desde la burocracia municipal
En la mañana del domingo se llevaba a cabo la anunciada jornada de Puertas Abiertas en el Teatro Victoria de la Asociación Teatro Victoria con el fin primordial de sus responsables de dar cuenta de los realizado desde que salió a la luz con el loable propósito de salvar este edificio emblemático y todo lo que significa, para beneficio de nuestra ciudad y su amplia comarca.
Así, junto a la presidenta y una de los propietarios, Mavi Guerrero, se encontraban, Concha Ras, Gloria Andújar, María Jesús López, Javier Guerrero y Teresa Fernández que fueron desgranando todo el contenido del orden del día del acto, llevado a cabo en el recibidor del la sala de proyección.
María Jesús López, la concejala del Ayuntamiento de Hellín por el grupo de Ciudadanos, fue la indicada para hablar de economía y cultura, asegurando de la necesidad de esta segunda para el desarrollo y soporte de la primera.
Más adelante, dio una serie de datos como las 17.500 personas que habían podido disfrutar de las actividades, como cine, teatro y música, algo que no hubiese sido posible con el Teatro cerrado como en los últimos tiempos.
Una nueva posibilidad, como indicaba, sobre todos para los niños, pues muchos jamás habían asistido a estos espectáculos mostrados con estas características tan especiales.
López, entrando ya en el campo de la economía, señalaba que los 70.000 euros que habían invertido las personas al pasar por las taquillas del Teatro Victoria, habían repercutido en la ciudad y a sus empresas y comercios, en su reactivación, teniendo en cuenta que muchos de los hellineros el dinero se lo dejaban en la ciudad.
El teatro que Hellín merece
Asimismo señalaba también la influencia sobre la comarca que formaban los Campos de Hellín y la Sierra, donde la ciudad era la salida natural y formaban una comarca de más de 70.000 habitantes, y todos ellos con la capacidad de beneficiarse de este centro cultural que se había convertido de nuevo el Teatro Victoria desde su apertura.
Terminaba afirmando que habría que seguir trabajando para convertir esta dependencia en un gran centro de ocio y cultura y para ello sus planes primordiales eran invertir todo los recursos que se estaban obteniendo para mejorar constantemente y convertirlo en que fuera el mejor teatro, “el que Hellín se merece”.
Por su parte Gloria Andújar daba cuenta de lo que se habían llevado a cabo desde que un día, hacía un poco más de un año, tras una reunión de la Asociación Hellineros Ausentes, se formalizó el proyecto de recuperar este cúmulo de posibilidades que podría significar el Teatro Victoria en plena actividad.
Fue haciendo un recorrido de los últimos meses desde que el 11 de septiembre se llevó a cabo un concierto de lujo con la actuación de la Fantastic Band, para continuar con la orquesta dirigida por Alberto Palazón, bautizada como “Teatro Victoria”, en la que formaba parte el hellinero Armentario López.
Si la autoridad nos lo permite
Tras reseñar los demás espectáculos, entre ellos sesiones de cinematógrafo de estreno y éxito, teatro, musicales o danza, una programación, en resumen, para que pidió el reconocimiento de la gente de Hellín, sin tener en cuenta ese malhadado dicho de “campana de palo”.
Ya después, antes de comenzar a señalar los que se estaban programando, por primera vez hizo una pequeña alusión al matizar con un “si la autoridad nos lo permite” a lo problemas surgido en las últimas semanas a la hora de conseguir los permisos pertinentes.
Habló de las representaciones de ” El Mago de Hoz”, “Música con Memoria”, Las Tres Caídas de Triana”, “Fantasía Musical” “Los Cantores de Híspalis” y la repetición de la “Orquesta Teatro Victoria”, la actuación de la compañía de teatro “Illana”, además de sesiones con las mejores películas de la actualidad.
Terminaba con el proyecto que se estaba preparando para llevar a cabo, por fin, de un homenaje a la cantante hellinera Dolores Abril, con el espectáculo de su hijo Juan Valderrama.
Cumplimiento de la normativa vigente
En su primera intervención, Concha Ras, quiso explicar lo referente al posible problema con las autoridades, referentes al permiso de apertura, y el necesario cambio de titularidad, algo que se presentaba complejo con muchas exigencias para su seguridad, unas ya realizadas y otras por realizar.
Estos detalles los fue dando Javier Guerrero para conseguir su principal propósito que no era otro que “crear un espacio cada vez más confortable y hacer un cumplimiento de las normativas vigentes, siempre respetando al máximo la esencia, la arquitectura y la caracterización del lugar”.
Después recordó que el edificio, obra del arquitecto albaceteño, Julio Carrilero, y su nuevo proyecto, obra de los ingenieros Armentario López y Virgilio Martínez, adaptado a las necesidades actuales, dignas del inicial, con una nueva planimetría, con nuevos e importantes certificados como el de inifugación del local.
Luz a la cultura de Hellín y su gente
También habló de la reducción del aforo del local, para mayor comodidad, con eliminación de filas y ampliación de pasillos, por lo que se reduciría las 835 butacas, siempre sin modificar la estética del local.
Guerrero quiso hacer hincapié en la habilitación de zonas para minusválidos, que calificó de esencial, con otros arreglos de las dependencias y la mejora de la puerta de emergencia.
Terminaba asegurando que la gran lámpara del patio, pronto volvería a lucir su esplendor “y se ilumine para dar luz a la cultura de Hellín y sus gentes”.
Clandestino desde el año 1949
Por último intervino de nuevo Concha Ras para volver a insistir sobre el problema surgido con alguna autoridad administrativa, como un funcionario del Ayuntamiento con el que se habían tenido alguna “divergencia a la hora de aplicar la interpretación del documento que da derecho a la licencia de apertura, esperando que se conseguiría un plazo “antes de venir a aquí y cerrar una puerta, por algo que por lo menos tiene serías dudas de ser ilegal”.
También significó las palabras de este funcionario que, afirmó, llegó a decir que el Teatro Victoria había sido clandestino desde el año 1949. Concha Ras matizó que si llegasen a exigirles iniciar una licencia nueva, podría costarle a la Asociación unos 400.000 euros lo que significaría dejar a Hellín sin Teatro. Por ello pidió el apoyo de todos los ciudadanos, y en primer lugar a su alcalde y la clase política, “no entendiendo que un funcionario, por mucho poder que tenga, pueda mandar en un pueblo” concluía.
Después se dieron los números de la administración económica que en el capítulo de gastos se elevaba a 37.313,17 euros y unos ingresos de 45.411,39 euros lo que daba un beneficio de 8.098,22 euros.
Para el presupuesto del presente, los gastos llegarían a 121.254 euros, mientras que los ingresos serían 111.100 euros, por lo que faltarían 10.154. y habría que estudiar más apoyo para cubrir los objetivos previstos.
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