El Faro de Hellín

Entrevista a Javier Lozano, taxista hellinero

Javier Lozano lleva cuatro años al volante de su taxi en Hellín. Es responsable de la comercial Taxi Hellín 24hrs. Estos días en pleno estado de alarma mantienen su servicio de Taxi las 24hrs del día realizando una labor social y de ayuda al ciudadano y colaborando para frenar la expansión del CV19.

¿Cómo está viviendo el gremio del taxi esta crisis ocasionada por el COVID-19?

La estamos viviendo con mucho miedo y también muy preocupados pues nosotros vivimos del bullicio de la ciudad, si los comercios, bares y restaurantes están abiertos los fines de semana nosotros trabajamos másw. El tema de médicos, la asistencia en carreteras. Asimismo estamos preocupados incluso asustados por la situación, con miedo de que se alargue, que haya otro repunte el próximo invierno y que tarde en aparecer la vacuna deseada para poner fin.

¿El Ayuntamiento de Hellín ha puesto alguna restricción en los horarios de trabajo?

Todo lo contrario, el ayuntamiento no nos ha puesto ninguna traba. Yo tengo una relación estrecha con varios concejales de la Corporación, hemos hablado por teléfono y todos nos han mandado su ánimo y su apoyo.

¿Existen ayudas públicas que le permitan compensar el golpe económico?

Acceder a ellas es muy complicado, hay que presentar mucha documentación. Nosotros no podemos declarar el cese de la actividad porque realizamos una labor social, labor de ayuda a los ciudadanos y no podemos aparcar el taxi y no sacarlo hasta dentro de dos o tres meses, cuando esto se solucione. Estamos colaborando con la ciudadanía, en temas de supermercado, farmacias de guardia, en tema de pedanías cuando sus vecinos tienen que subir a Hellín a hacer sus comprar. En fin, nosotros estamos en nuestro puesto de trabajo, para servir a todos los ciudadanos que nos necesiten.

¿Cuánto han bajado los ingresos durante el estado de alarma?

La verdad que se ha notado mucho. Aproximadamente un 80%.

¿Qué medidas de precaución toma para que sea un medio de transporte seguro?

Trabajamos con las mascarillas que nos han facilitado la Policía Local, y también las que a través de Correos a todos los transportistas, mucha limpieza del vehículo entre servicio y servicio desinfectando, con mucha precaución y con las medidas que todos conocemos.

¿Echa de menos a su clientela habitual?

Si, la echo mucho de menos, la mayoría es gente mayor. Ahora hablamos por teléfono de vez en cuando y nos cambiamos mensajes y les damos muchos ánimos pues casi forman parte de la familia. Es verdad que los echamos mucho de menos.

¿Está sintiendo el cariño de los clientes?

Claro que si, en cada servicio que realizamos nos dan ánimos, nos preguntan cómo va todo, por la familia, incluso en redes sociales. Nos tratan muy bien, se nota el cariño.

¿Alguna anécdota o conversación que le haya sucedido estos días?

La semana pasada hice un servicio a Murcia llevando un perrito a la novia de un buen cliente. Ella trabaja en primera línea de los servicios sanitarios, lo echaba de menos y quería que estuviera con ella.

Para terminar ¿lo peor y lo mejor que le ha pasado durante la cuarentena?

Lo peor de la cuarentena es estar lejos de la familia, no poder visitar a los padres, a los hermanos, a los sobrinos y darles abrazos. El aislamiento social se lleva mal, es muy duro. También los servicios donde hemos tenido que prestar en el Tanatorio para trasladar a los familiares de los fallecidos, han sido muy duro.

Lo mejor ha sido ver que la gente está muy concienciada, el apoyo mutuo de las fuerzas y cuerpos de seguridad, sobre todo cuando nos encontramos en los controles donde nos damos ánimos y muestras de apoyo recíprocos.