Estimado director de El Faro de HellÃn:
Quiero aprovechar este espacio que ofrece su medio para expresar mi preocupación por el estado actual de limpieza y cuidado de las calles de HellÃn, mi querido pueblo natal.
Estos dÃas de Navidad he regresado a HellÃn después de dos años de ausencia. Aunque siempre he sentido orgullo por mis raÃces, esta vez he quedado profundamente sorprendido y apenado al encontrar las calles y aceras en un estado lamentable.
Habiendo vivido más de 40 años en HellÃn antes de trasladarme a Murcia, me cuesta aceptar que la suciedad se haya convertido en algo tan visible y habitual. Farolas, aceras y esquinas presentan manchas de orines, gasolina, aceite, desperdicios de comida y excrementos de perros. Es una pena y, a la vez, un riesgo para la salud de los vecinos. Por ejemplo, la calle San Juan de Dios refleja un estado verdaderamente deplorable.
No dudo de la dedicación de los servicios de limpieza, pero parece evidente que los recursos disponibles no son suficientes para mantener la higiene que HellÃn necesita y merece. En ciudades como Murcia, se realizan limpiezas nocturnas con agua a presión y desinfección, logrando mejores resultados. Quizá sea el momento de adoptar medidas similares.
Este no es solo un problema estético, sino también de salud pública. Además, la falta de limpieza afecta negativamente la imagen de HellÃn ante los visitantes, perjudicando cualquier aspiración turÃstica de nuestra localidad.
No pretendo señalar culpables, sino llamar la atención de quienes pueden mejorar esta situación. HellÃn tiene un gran potencial, y con esfuerzo y voluntad, podemos devolverle la dignidad que merece.
Gracias por permitir que comparta esta reflexión. Espero que sirva para generar un debate constructivo y movilizar las acciones necesarias para recuperar la belleza y limpieza de nuestras calles.
Atentamente,
Francisca Sánchez.
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