El Faro de Hellín

Al tasar una vivienda se tiene en cuenta el valor físico del inmueble, pero también es un plus añadido fijarse en parámetros como la accesibilidad, los servicios cercanos o la ubicación de la misma

Cuando se decide poner una vivienda en venta es muy importante conocer qué valor tiene en el mercado con el objeto de establecer un precio lógico. Esa labor la ha de realizar una persona experta en la materia, ya que, los parámetros en los que se basa esta baremación no siempre son tenidos en cuenta por el propietario. En cualquier de las circunstancias, lo mejor siempre es acudir a una tasación neutral y eficiente. 

En ese contexto, gracias a su tecnología existen tasadores digitales que con la fácil introducción de una serie de datos estándares es capaz de catalogar cada vivienda y ofrecer al usuario un valor real de mercado basado en algoritmos y comparaciones con otras ventas cercanas. Al mismo tiempo, determinan una serie de parámetros concretos que hacen determinar el precio más justo. 

Pero, ¿en qué aventaja tener una tasación del inmueble? En primer lugar, para dar salida al bien y hacerlo atractivo en el mercado inmobiliario. Por otro lado, porque es una seguridad contar de manera inmediata con ese dato y poder iniciar la venta con la máxima celeridad posible.

Los mejores criterios para tasar una vivienda

Llegados a este punto, hay que dejar claro que, además de los propios datos de la propiedad, como el año de adquisición, las características físicas de la vivienda, el hecho de contar, o no, con eficiencia energética o que los materiales sean de más o menos calidad hay otros criterios que también hay que tener en cuenta. 

A continuación, se van a determinar algunos de los parámetros que se tienen en cuenta a la hora de tasar el valor de venta de una vivienda: 

Las prestaciones de su ubicación: cuando la casa está cercana a colegios, institutos, comercios, farmacias o centros de salud, generalmente, se revalorizan. También por las prestaciones de movilidad que existan en la zona; por ejemplo, si llegan autobuses o taxis, así como si la conexión con el resto del casco urbano es óptima. 

Zonas de esparcimiento y recreo: otro de los factores que puede revalorizar una casa es tener parques cercas, arboledas, zonas verdes de interés. Esa opción al esparcimiento público mejora el precio de cualquier inmueble. 

Apuesta por eficiencia energética y el consumo responsable: cuando una vivienda es ergonómica, aprovecha la luz natural, evita la humedad, hace un aprovechamiento del agua y, además, implementa con autosuficiencia energética también da más valor a la tasación de su precio de venta. 

Poner precio en el mercado sin perder valor

Pues sí, es la razón principal que debe llevar a todo vendedor de una casa a proponer una tasación. No perder valor adquisitivo es fundamental y poner un precio justo para los compradores también. Gracias a un equilibrio que se basa en tres modelos y el cruce de sus datos se obtiene un precio final muy fiel a la realidad inmobiliaria. 

En este sentido, estos tasadores digitales contemplan, por un lado, un modelo de listados inmobiliarios por zonificación del suelo, por otro lado, también tiene en cuenta los criterios del vendedor y por último usa como baremo las transacciones históricas que se han hecho en esa zona en los últimos años. La conclusión y cruce de esos tres datos ofrece una cifra muy real del precio al que debe ponerse esa vivienda a la venta. 

Para resumir, destacar las muchas ventajas que supone que a golpe de un solo clic cualquier usuario o profesional inmobiliario cuente con esta herramienta potente. El hecho de contar con más de siete decenas de parámetros para determinar un precio justo por el inmueble denota que la tasación online funciona y es eficaz. Si además complementan con un servicio personalizado, in situ, y de forma gratuita aumenta, más si cabe, esa propuesta de tasación.