El Faro de Hellín

La reciente muerte de un quebrantahuesos, conocido como Lopezosa, abatido cerca de Moratalla y Nerpio, junto con la caza ilegal de varios linces en la región de Murcia, ha encendido las alarmas entre las organizaciones conservacionistas y las autoridades locales. Estas muertes, ocurridas en un periodo de menos de un año, ponen de manifiesto un grave problema de conservación que, en teoría, debería estar superado.

Lopezosa, un quebrantahuesos nacido en libertad a partir de ejemplares reintroducidos en Cazorla, era una esperanza para la recuperación de esta especie en la región. Su presencia en las montañas de Moratalla y su potencial para reproducirse marcaban un hito en los esfuerzos de conservación. Sin embargo, su trágica muerte por disparos de arma de caza representa una pérdida irreparable para la biodiversidad en las zonas comprendidas entre Hellín, Nerpio, Moratalla y otros municipios cercanos.

Además, este caso no es un hecho aislado. Se suma a la muerte confirmada de dos linces ibéricos por disparos en la misma región, parte del proyecto de reintroducción del lince en Lorca. Existen también sospechas fundadas de que un tercer lince podría haber sido víctima de la caza furtiva, lo que sitúa la mortalidad por caza ilegal en esta zona entre las más altas registradas en poblaciones de linces reintroducidos en España.

Estos incidentes han sido detectados gracias al uso de dispositivos de seguimiento GPS en los animales. Sin embargo, es muy probable que la cifra real de animales abatidos ilegalmente sea mayor, ya que muchos cuerpos quedan abandonados en el campo sin ser encontrados.

La Asociación Naturalista del Sureste (ANSE) y WWF ya habían solicitado a la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia la implementación de medidas urgentes para frenar la caza ilegal que afecta al lince ibérico. Estas medidas, como el aumento de la plantilla de Agentes Medioambientales y el cierre de cotos de caza donde se produzcan estos actos, son igualmente aplicables al caso del quebrantahuesos abatido en la zona entre Albacete y Murcia.

ANSE ha reiterado su solidaridad con las Administraciones que trabajan en la recuperación de este valioso patrimonio natural y ha hecho un llamamiento al sector cinegético para que actúe de manera preventiva y contundente frente a cualquier comportamiento que ponga en riesgo la fauna protegida. La caza ilegal no solo representa un grave daño medioambiental, sino que también supone un significativo perjuicio económico, ya que la reintroducción de especies amenazadas requiere de inversiones millonarias y de largos esfuerzos por parte de los equipos de conservación.

Las organizaciones conservacionistas instan a las autoridades locales y regionales a mantener y reforzar los programas de reintroducción de especies extinguidas y a trabajar en la eliminación de las amenazas que continúan poniendo en peligro el éxito de estos proyectos en los municipios entre Albacete y Murcia, incluidos Hellín, Moratalla y Nerpio.

Quebrantahuesos.