El Faro de Hellín

Para la transformación de 862 hectáreas al sur de Cancarix de secano a regadío

A través de un comunicado firmado por las Juntas Rectoras de la Comunidad de Regantes de La Horca y Agramón y la SAT. Mayorazgo de Agramón, estas entidades agrarias muestran su total desacuerdo con la decisión tomada hace unos pocos días desde el gobierno regional de María Doloresd Cosperdal, de declarar de Interés Regional, la transformación en regadío de las 862 hectáreas incluidas en la SAT Regadíos del Sur de Hellín.

En este comunicado, que en sus primeros párrafos ya califican esta decisión como “una desgracia” para los regantes de estas tres pedanías, asegurando a continuación “que llevan años pidiendo y suplicando medidas a la Confederación Hidrográfica del Segura, al Ayuntamiento de Hellín y a la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha”, también aseguran, que los más de 2 hectómetros cúbicos que se adjudicarán de por la compensación de las filtraciones de las obras del trasvase Tajo-Segura, solo pueden ir destinadas a zonas de interés general, con problemas de salinidad o dotaciones insuficiente, asegurando que el gobierno regional ha procedido de otra forma en beneficio de los terrateniente, y perjudicando a los pequeños agricultores.

Condenadas a desaparecer
También, señalan directamente al alcalde de Hellín, Manuel Mínguez, recordándole una sesión plenaria llevada a cabo en el mes de mayo de 2013 donde, aseguran, se tomó el acuerdo de que esta agua solo irían destinadas “a zonas de regadío cuyos acuíferos se encontraran en mal estado cuantitativo y cualitativo”. También en esta sesión, siguen afirmando se aprobó que se instara a la Comunidad Autónoma y a la CHS para que se paralizará la solicitud de la SAT Riegos del Sur de Hellín, la adjudicación de dichas aguas para la posterior transformación de más de 800 hectáreas en regadío.

Por todo ello, se acusa directamente a Manuel Mínguez de no cumplir el mandato del Pleno, todo lo contrario, dicen, “ha acompañado, promovido y ayudado a los propietarios de dicha zona, beneficiando a gente de su partido, abandonando a los pequeños agricultores a su suerte y da un golpe mortal a las pedanías de La Horca, Agramón y Minateda condenándolas a desaparecer en los próximos años ante la falta de agua adecuada para regar sus tierras.