El Faro de Hellín

Hellín, tierra de tambor y agricultura, se ha ganado a pulso un nuevo título: el municipio donde la guerra política genera más ruido que resultados. Las calles llenas de basura, los parques devorados por la maleza y los caminos dignos de un safari urbano, mientras PSOE y PP se lanzan tuits como si en eso les fuera la vida.

El PSOE, indignado pero cómodo en la barrera

El concejal socialista Miguel Ángel Callejas compareció este martes, flanqueado por Sonia Chico —eso sí, muda como una estatua, que para hablar ya iba sobrado él—, para pintar un Hellín apocalíptico: sucio, abandonado y gobernado por alguien que gestiona desde el Wi-Fi. Serena, el alcalde, parece haber descubierto que Facebook es más rentable que el BOE y que una foto en redes tapa mejor los baches que cualquier cuadrilla de limpieza.

El PSOE desmontó las excusas oficiales como quien deshoja una margarita venenosa: que si la Semana Santa, que si la lluvia, que si la Junta no me quiere… La guinda, la campaña “Eres un salvaje”, que Callejas calificó de ridículo cósmico: pedir civismo mientras el Ayuntamiento no recoge ni las sobras de la procesión un mes después. Un sketch de humor negro, pero sin gracia.

El PP, el arte de no contestar contestando

Y claro, el PP, que para escurrir el bulto son maestros artesanos, tiró del manual de primero de política: “La oposición critica, pero no propone nada”. Acusan al PSOE de vivir instalado en la queja sin arriesgar una sola idea. “Seguiremos esperando”, dicen, como si el tiempo limpiara las calles solo.

Eso sí, se cuelgan la medalla de “explicar mejor las cosas”, que debe ser lo único que gestionan, porque ni planes de empleo, ni desbroces municipales, ni soluciones reales. Solo explicaciones, como si a base de notas de prensa se barriera el suelo.

El vecino que hace el trabajo del Ayuntamiento

Y mientras los políticos se enzarzan en su guerra estéril, un vecino —sí, un simple ciudadano, sin sueldo ni gabinete de prensa— sale día sí, día no, escoba en mano, a limpiar la Cruz de Mayo y el Doctor Elulogio Silvestre. Porque en Hellín, al final, limpiar las calles depende más del civismo de uno solo que de la gestión de todo un Ayuntamiento. Un ejemplo de vergüenza ajena para unos y de dignidad para otros.

Para finalizar, aparecen Pedro García, conocido también como “El bueno”, y Juan Díaz, popularmente conocido por “Caracoles”, en otra comparecencia ante los medios de comunicación que se tragan lo que les echen, con duros ataques al concejal socialista, Miguel Ángel Callejas, calificándolo como mentiroso, ignorante, gandul e hipócrita.

Hellín, rehén del postureo político

Así está Hellín: atrapado entre un PSOE que denuncia sin proponer y un PP que se excusa sin resolver. Y los vecinos, mientras tanto, esquivando basura y asistiendo al único barrido real: el que hacen las notificaciones del móvil cada vez que los partidos se enzarzan en redes.

Hellín, el pueblo donde el único plan de limpieza eficaz lo ha puesto en marcha un vecino anónimo… y con su propio cepillo.