Los participantes disfrutaron de la “Ruta de los Molinos”
Fotos Luis Vizcaíno
Este pasado domingo, día 4 de octubre, tuvo lugar la vigésima ruta que la Diputación Provincial de Albacete organiza dentro de la II Edición de Rutas de Senderismo y en la que los participantes se desplazaron a Tobarra.
La ruta se denominaba “Ruta de los Molinos”. Con una dificultad técnica baja, un recorrido lineal de casi 15 kilómetros, y aproximadamente cinco horas de duración.
Los participantes conocieron la historia de la población de Tobarra y sus yacimientos arqueológicos más antiguos, que están vinculados a los importantes manantiales con los que contaba la población que ayudaron a un crecimiento demográfico y económico, y es que, hasta la década de los años 60 y 70, en el término de Tobarra brotaban por su propio pie y en los distintos acuíferos un caudal aproximado de 1000 litros por segundo, que debidamente conducidos por kilométricos ramales de acequias y canales regaban una de las más fértiles vegas y huertas de La Mancha.
En la actualidad la sobreexplotación de los acuíferos ha secado la mayoría de estas fuentes, y se hace necesario el uso de bombas para extraer el agua del subsuelo habiéndose realizado importantes obras de modernización de regadíos que permiten la subsistencia del tradicional sistema de huertas que ha caracterizado siempre la agricultura tobarreña.
La ruta comenzaba a las nueve de la mañana del pasado domingo y transcurrió siguiendo el curso de uno de los principales manantiales de Tobarra: “La fuente de Polope”, conocido en este pueblo como el “Hilo Gordo de Polope”, que contaba con un caudal aproximado de 180 litros por segundo, que se aprovechaba tanto como para abastecimiento y regadío como para uso industrial, ya que en su recorrido se suceden 5 molinos de origen musulmán, a día de hoy seco, pero donde hasta hace unos años el agua surgía a borbotones y donde la gente de Tobarra se refrescaban en verano.
Tras el descenso de los niveles freáticos se construyeron una serie de pozos dentro de la misma fuente que todavía son visibles. En este punto se encuentra un yacimiento arqueológico de relevada importancia del Paleolítico y cuyos objetos están expuestos en el Museo Arqueológico de Albacete.
La ruta continuó junto a esta acequia que nos va conduciendo hasta los distintos molinos por los que pasa, rodeados de fértiles huertas. Primero pasamos por el “molino de las Mercedes”, a continuación por el “molino de la Agustina”, el cual estuvo funcionando hasta el año 1991 cuando cesó su actividad debido a la falta de agua. Este molino todavía se conserva y visitaremos su interior donde su propietario, Miguel, nos explicó su historia y su funcionamiento, gracias al interés de personas como él podemos ver parte de no tan lejano pasado.
Los senderistas atravesaron bancales de almendros, albaricoqueros, olivos y otros frutales hasta llegar al molino más antiguo de este ramal y que conocemos como el “molino de Tabala”, con una caída impresionante de agua de casi siete metros de altura el cual permitía mover unas piedras mayores y así moler más cantidad de grano. La ruta siguió cercándonos a Tobarra por caminos que comunican la fértil vega, dejando al norte la Sierra de Abenuj y el siguiente molino de la acequia que además cuenta con una chimenea de ladrillo cara vista.
Cerca de Tobarra, vamos viendo los cerros que cobijan el pueblo y albergan los monumentos más importantes sobre los que descansa la villa, destacar el Santuario de Nuestra Señora de la Encarnación y Ermita del Cristo de la Antigua y el del Reloj de la Villa, que servía, gracias a sus cuatro coronas que permitían ser visto de cualquier punto del pueblo, saber los tiempos de uso del agua.
Bordeando Tobarra y rodeamos los “Cerros de la Estación” pasando por debajo del “puente de hierro” de la línea férrea y por el “puente de la torca” de la carretera N-301.
A partir de aquí transitaremos un par de kilómetros por la canalización de “Aguas de Riego Hernández”, que llevaba el agua hasta Hellín y que fue fruto de fuertes conflictos entre los agricultores de ambas localidades en los siglos XIX y XX.
Paralelos a la carretera y en ocasiones por ella hasta llegar a la pedanía de Sierra, que está a cuatro kilómetros de Tobarra, se vio impresionante cerro del Castellar para visitar su torre vigía de origen hispano-musulmán y que servía para proteger a los agricultores que habitaban estas tierras, por desgracia a día de hoy está incluida en la Lista Roja de Patrimonio, lista donde se incluyen monumentos en riesgo inminente, de perdida irrecuperable, por lo que los vecinos de Sierra están luchando para que se tomen medidas para evitar más su deterioro.
Desde esta atalaya se contemplan unas excelentes vistas de muchos municipios entre ellos los saladares de Cordovilla y de los parajes que comunican esta zona con Murcia. Ya desde aquí, bajada de nuevo a la pedanía de Sierra para degustar los platos típicos de la zona.
La próxima ruta será el próximo sábado día 10 de octubre en Letur, denominada “Los Cabezos de la Abejuela-Letur (Casco Histórico)” una marcha de 15,16 kilómetros de distancia, de una dificultad técnica media y con salida a las nueve de la mañana desde la Pedanía de La Abejuela Letur.
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