El Faro de Hellín

Vicente Mas Sánchez

En pasados días tuvo lugar la rehabilitación y arreglo del templete de música ubicado en la conocida rosaleda del parque municipal, Vicente Garaulet Sequero. Se procedió al arreglo de la cubierta y la reposición de nuevo tejado, así como la nueva techumbre interior; se le dotó de nueva iluminación y finalmente, se pintó todo el templete. Por lo que fue retirada la placa que da nombre a este parque, del que fuera alcalde de Hellín en los años cuarenta de la pasada centuria, D. Vicente Garaulet Sequero.

Una vez terminados los trabajos de acondicionamiento y pintura del templete -así como la eliminación de la zona verde que rodeaba este edificio y que desde luego ha sido una decisión muy poco acertada, el sustituir el manto vegetal natural por ese césped artificial, que tan pésimamente resulta en el corazón verde de nuestra ciudad- observamos que la placa con el nombre del alcalde que da nombre a este parque no ha vuelto a ser colocada. Después de hablar personalmente con el Sr. Alcalde y tener su palabra de que desconocía que se había retirado la placa, obtuve el firme compromiso de que al finalizar las obras de adecentamiento del mencionado templete, la placa volvería a ser restituida a su lugar de origen.

Han pasado los días y después de un más que prudencial plazo de espera, se puede observar que en el mencionado templete, que ya luce una nueva imagen después de su adecentamiento, la placa sigue sin ser colocada. No sé si es debido a un olvido pasajero o intencionado. Lo cierto y verdad, es que la placa del parque Vicente Garaulet, sigue sin ser repuesta.

Desconozco el motivo por el cual cuesta tanto reconocer los meritos del que fuera Alcalde de Hellín y que durante su mandato, entre otras obras, se diseñó y proyectó la Gran Vía. Se llevó a cabo la delimitación y construcción del Parque Municipal, anexo a la Gran Vía, que sirvió para atender el paro forzoso y las calamidades públicas, plantado con una gran pinada. Fue el Alcalde que proyectó y llevó a cabo a lo largo del año 1941 las veinte viviendas protegidas para maestros nacionales con el concurso del Instituto de la Vivienda, en la actual plaza de España, junto a la Cruz de los Caídos, hoy desaparecidas. Por otro lado, debido al estado ruinoso de la ermita existente en el Monte Calvario, decide demolerla y levantar una nueva ermita, que es la que conocemos en la actualidad, proyectada por el que fuera arquitecto municipal, Antonio Solesio. De igual modo, fijó una zona que se denominaría “Industrial”, para regular el emplazamiento de las industrias clasificadas como incomodas, molestas y peligrosas, que estarían comprendidas dentro del perímetro comprendido entre las actuales calles Carmen Martín Gaite y Balmes, hacia la Estación de ferrocarril. Por lo que respecta al aspecto sanitario y social, creó el Hospital Municipal para atender enfermos de medicina y cirugía general, el Hospital se instalaría en parte del edificio destinado a Asilo. Llevó a cabo uno de los proyectos más afines con la Semana Santa. Formó una Comisión junto a Mariano Tomás Precioso, Amador García Cano, Amado Giménez Rodríguez, Víctor Tomás García y Manuel Navarro Valcárcel al objeto de recaudar fondos por suscripción popular, para adquirir la imagen de un Cristo Yacente que sustituyera al Santo Sepulcro, desaparecido durante la Guerra Civil. Y es así como llega a Hellín la magnifica obra de Mariano Benlliure que es objeto de orgullo para todos los hellineros. Y todo esto, durante un mandato de tan solo 14 meses, en unos años de penurias y miseria. Donde, tanto los ediles como el propio Alcalde no tenían sueldo, dietas ni gastos de representación.

Creo que son meritos más que suficientes, al igual que los de otros alcaldes de nuestra ciudad, para que el parque municipal obstente el nombre de Vicente Garaulet Sequero. Reconocimiento que fue otorgado en el año 1973 por el Ayuntamiento Pleno, siendo alcalde de nuestra ciudad, D. José Ramírez de Arellano. Y en el año 2013, siendo alcalde de Hellín, D. Manuel Mínguez Morales, por fin, es colocada una placa con su nombre tras una larga andadura por los despachos municipales.

Desconozco los motivos por los que al actual equipo de gobierno le cuesta tanto citar el nombre de “Parque Vicente Garaulet Sequero” cuando se realiza algún acto en este espacio verde o se publicita alguna actividad a desarrollar en este lugar por medio de cartelería. Pero, puesto que desde hace ya varios años nuestro parque tiene nombre propio ¿qué motivo hay para no utilizarlo?

Solo espero y deseo que el Alcalde, el Sr. Ramón García, de las explicaciones oportunas de por qué ha faltado a su palabra retirando del templete la placa que da nombre al citado parque. No sé, si los motivos, son personales o políticos. De cualquier modo, a día de hoy, repito, la placa sigue sin ser colocada y la credibilidad y honorabilidad de este cargo público está más que cuestionada por los hechos relatados. El tiempo dirá y terminará haciendo justicia.