El Faro de Hellín

Con visitas guiadas a puntos de interés, talleres y conferencias

Con un calor, verdaderamente insoportable, 40 esforzadas personas se atrevieron el pasado domingo a llevar a cabo la primera actividad de la segunda Jornada Europea de Arqueología, que bajo el nombre de “Minateda desconocida” tenía como principal aliciente visitar algunos de los abrigos menores muy poco conocidos y la villa romana de Zama, que por primera vez fueron excavadas durante los años 1985 y 1987, por arqueólogos de la Universidad de Barcelona.

Son unas Jornadas que se organizan desde hace unos años durante el tercer fin de semana del mes de junio, continuando una iniciativa promovida por el Ministerio de Cultura del Gobierno de Francia a través del Instituto Nacional Francés de Investigaciones Arqueológicas, que realizan casi 2.000 actuaciones todos los años. Así las actividades se iniciaron en la tarde del pasado jueves, con una conferencia a cargo del arqueólogo y director del MUSS, Pablo Cánovas, donde puso sobre la mesa el actual panorama arqueológico en la comarca hellinera.

Tras que las puertas de MUSS se abrieran el viernes para recibir a numerosos grupos de escolares, que disfrutaron viendo las distintas atracciones que ofrecen este centro cultural, el sábado se llevaba a cabo la primera salida con una visita guiada centrada en los resultados más recientes del proyecto de investigación que se está llevando a cabo en el Parque Arqueológico del Tolmo de Minateda, a partir de las 10,30 horas, que tuvo menos seguidores de los esperados por el insoportable calor que hemos tenido que soportar en los últimos días en el municipio.

Las jornadas concluyeton con esta última visita guiada, donde los asistentes tuvieron que superar unas dificultades inesperadas por lo abrupto del terreno para poder llegar al primer destino, uno de los abrigos menores, muy poco conocido, donde Pablo Cánovas, tras recuperar el resuello los “esforzados y sorprendidos excursionistas”, dio las consiguientes explicaciones.

Mucho más asequible fue la segunda parte de la visita sobre la que fuera la villa romana de Zama, que lleva muchos años sin ser investigada y que se encuentra junto al Tolmo de Minateda y la Sierra del Candil, donde quedan algunos restos de interés, como una balsa de amplias dimensiones, que según las explicaciones ofrecidas se utilizaba como depósito de agua potable y restos de unas estancias. Para Pablo Cánovas y el concejal del Patrimonio, Juan Antonio Andújar, no es de descartar que un futuro se pueda retomar estas excavaciones, por el posible interés que puedan tener y así aumentar con un nuevo complemento el interés turístico de esta zona.