Por su trabaja en un proyecto para lograr una convivencia intercultura y superar el fracaso escolar
Firmado por M. Martínez, el diario ABC de Castilla- La Mancha publica un extenso artículo sobre el Colegio de Educación Infantil y Primaria, CEIP Entre Culturas, de nuestra ciudad donde da constancia del el reconocimiento conseguido a nivel nacional por lograr que sea un centro de concordia intercultural e inclusión social, donde la convivencia solidaria y la superación del fracaso escolar son unos retos que está consiguiendo magníficos resultados.
El Consejo Escolar del Estado y el de Castilla La Mancha le ha reconocido por su proyecto denominado «Todos somos comunidad: participación familiar en la escuela». Asimismo recibió para el año 2015 la aprobación del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte para desarrollar el proyecto «Dos coles, mil colores», que llevan a cabo en colaboración del CEIP Ibarburu de Dos Hermanas, en Sevilla, dentro de la convocatoria de Proyectos de Mejora del Aprendizaje del Alumnado por Agrupaciones de Colaboración Profesional entre centros sostenidos con fondos públicos de diferentes comunidades o ciudades autónomas.
También, el CEIP Entre Culturas resultó finalista nacional con otros nueve centros más en la convocatoria Premio a la Acción Magistral 2014 con el proyecto «Transformación para la convivencia intercultural y la inclusión social».
Según explica el autor de este documentado artículo, este centro de enseñanza está situado “en el extrarradio de la ciudad, en una zona suburbial-marginal, entre el barrio Rivera y el barrio del Calvario, la mayoría de sus alumnos provienen de estos dos barrios, en los que habita mayoritariamente la población de etnia gitana. A este sector poblacional se suma un alto porcentaje de alumnos con ascendencia de origen magrebí. Un centro de gran diversidad social que emprendió un proceso de transformación con el objetivo de superar el fracaso escolar o eliminar conflictos, entre otros”.
Más adelante el artículo incluye las explicaciones de la directora del centro, Inmaculada Ruiz-Escribano, que asegura que para comprender el proceso de transformación del centro educativo, es importante conocer el punto de partida cuando se comenzó a desarrollar el proyecto de comunidad de aprendizaje.
Transformar el centro
“En el curso 2013-2014 la Administración Educativa transformó el antiguo CEIP Manuel Guillamón en una Comunidad de Aprendizaje denominada temporalmente CEIP Nº 6 y finalmente, tras un proceso de información a las familias, mediante el acuerdo y decisión conjunta, pasó a denominarse CEIP Entre Culturas, nombre actual del centro.
Nuestro objetivo es sumarnos a esta iniciativa comenzada en Barcelona, a los resultados comprobados científicamente y aplicar en nuestra localidad este cambio en la práctica educativa que lleve a la superación del fracaso escolar, a la eliminación de conflictos, a lograr la igualdad educativa de todas las alumnas y alumnos y a la búsqueda de la participación de todos los sectores de la comunidad educativa».
Para conseguir todos estos propósitos, parten de unos principios pedagógicos y metodológicos compartidos por el profesorado, las familias, el alumnado, o el voluntariado basados en la interacción, la colaboración y el diálogo entre el alumnado. Además, está abierta a la colaboración de toda la comunidad mediante personas voluntarias diversas.
Por su parte el secretario del centro Francisco José Molina añadía:
“ El dialógica en el sentido más amplio, aprendizaje cooperativo, flexibilidad organizativa: horarios, materias, distribución espacial (talleres, rincones,…), creación de ambientes que den confianza y seguridad al alumnado, a las familias y a los voluntarios y voluntarias que asisten al colegio»”.
Así, también los docentes afirman que se llevan a cabo reuniones con las familias; con los representantes del Ayuntamiento; de forma habitual charlas de familiares en el centro, quienes también participan en las asambleas de aula como voluntarios en los grupos interactivos. Además de los voluntarios que participan de diferentes organizaciones o a nivel particular, forman a los familiares en el aula de adultos y existe una participación de toda la comunidad en comisiones mixtas, trabajo con entidades: ayuntamiento, cruz roja, servicios sociales y biblioteca municipal.
Reducir el absentismo
Para conseguir estos objetivos, continúan exponiendo, disponen de un aula de educación de personas adultas adscrita al Centro de Educación para Adultos López de Oro, donde se preparan a los alumnos para obtener directamente el título de Graduado en Educación Secundaria y Enseñanzas de Adaptación para Inmigrantes.
Además, una clase de 1º de Educación Secundaria Obligatoria, adscrita al IES Izpisúa Belmonte, facilita el que los alumnos que terminan 6º de Educación Primaria continúen los estudios en nuestro centro. «Así intentamos reducir el absentismo de nuestros alumnos una vez que acaban la Educación Primaria y se incorporan al Instituto», confirma la directora.
Tanto Inmaculada Ruiz-Escribano como Francisco José Molina, coinciden en asegurar que sin la participación de todos – personal laboral (conserje, cocineras, monitoras, limpiadoras), familiares y voluntarios- no podría llevarse a cabo. «Un equipo de 29 maestras/os que con ganas, ilusión y profesionalidad están logrando que los sueños, nuestros sueños, poco a poco se hagan realidad».
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