El Faro de Hellín

Conchi Catalán

Se acercan las vacaciones de verano. A la velocidad del rayo ha transcurrido el curso y los padres ya están planificando el dónde y el cómo organizar el tiempo de los niños durante el largo paréntesis vacacional mientras ellos trabajan… ¿Escuela de verano?… ¿Quién los lleva?… ¿Quién los recoge?…

Parte importante de la solución (como en tantas ocasiones) son los abuelos.

¡BENDITOS ABUELOS! Qué suerte tenerlos y poder disfrutar de ellos…

Hoy en día, los abuelos tienen un papel crucial en la vida de las familias. Es muy habitual encontrarnos con el abuelo o la abuela empujando el cohecito o la silleta de los nietos, paseando con ellos en el parque y dándoles el bocadillo, con infinita paciencia, llevando a los niños a la escuela o recogiéndolos con puntualidad absoluta e incluso a menudo, asumiendo un peso importante también en su educación y es que su papel va mucho más allá de hacerse cargo de los niños. Los abuelos transmiten valores, conocimientos, experiencias nuevas y todo ello envuelto en grandes dosis de cariño y amor.

Además del tiempo que dedican a los nietos, gracias a su apoyo muchas familias han salido adelante en situaciones críticas (tanto económicas como emocionales), como por ejemplo un divorcio, un despido del trabajo u otras desgracias…Ellos siempre han estado ahí cuando se les ha necesitado, han sido la tabla de salvación en muchos hogares de los hijos.

Decir abuela o abuelo, es decir ternura, escucha, paciencia, tiempo, dedicación…y qué sé yo cuántas cosas más.

Hoy, afortunadamente, la esperanza de vida es mucho mayor y la mayoría de los abuelos, son personas activas con buena salud física y mental que se encuentran en su plenitud personal y que desarrollan este buen estado de forma ayudando a los hijos en la crianza de los nietos.

Ahora que tan necesaria es la educación en valores, los nietos aprenden de sus abuelos actitudes tan importantes para la vida como el respeto, la paciencia, la tolerancia, el esfuerzo, la responsabilidad o el perdón entre otros muchos.

Para los niños, el hogar de los abuelos es el lugar para el ocio, para el juego y el relax, lejos de la autoridad de los padres y con menos dosis de estrés pues, son tan sabios, que sin perder su autoridad crean un ambiente de paz, complicidad, cercanía y escucha que les convierte en confidentes, consejeros y amigos de los nietos.

“El equipo formado por abuelos y nietos es de esos que nunca se olvidan, con momentos y recuerdos imborrables, que ambos atesorarán como la joya más valiosa.”

Cuántas veces recordamos los consejos que nos dieron y que nos han valido para toda la vida.

El próximo mes de julio, concretamente el día 26, se celebra el “Día de los abuelos”. Con antelación y desde estas páginas quiero dedicar mi humilde homenaje a todos ellos dando gracias por el inmenso regalo de su presencia y de su vida.

Cuando no están, se echan mucho de menos…

Gracias a todos los abuelos por vuestra alegría, vuestro tesón y vuestro cariño.