Los participantes disfrutaron de la “Vuelta al Calar de la Osera y los Altos del Encebrico”
Fotos Luis Vizcaíno
El pasado sábado, día 17 de octubre, tuvo lugar la vigésimo segunda de las rutas que la Diputación Provincial de Albacete organiza dentro de la II Edición de Rutas de Senderismo, en la que los participantes se desplazaron a Paterna del Madera.
La ruta se denominaba “Vuelta al Calar de la Osera y los Altos del Encebrico”, con una dificultad técnica media, un recorrido lineal que comenzaba a cinco kilómetros de Paterna del Madera y terminaba en el Batán del Puerto, de casi 15 kilómetros, y aproximadamente cinco horas de duración.
Partía el autobús de Albacete a las siete de la mañana, todavía de noche, y llegamos a Paterna del Madera pasadas las ocho y media, y tras un café y reunirnos con la gente de la Asociación de Amigos de Paterna del Madera, que había confeccionado la ruta.
El lugar de partida fue el “Empalme”, junto al Masegosillo, a cinco kilómetros de Paterna del Madera; cuando la carretera se bifurca: hacia la derecha se dirige a Vianos y a Alcaraz y hacia la izquierda hacia Riópar. Pasaban poco de las nueve de la mañana, el cielo un tanto encapotado y con algo de niebla, a una altura de 1.300 metros.
Comenzó la caminata por la pista forestal que surge en dirección suroeste. Se dirige hacia la cercana aldea del Masegosillo, que queda a la derecha. En seguida comienza a ascender, y va sobrando ropa de abrigo, aunque la subida es tranquila pero un tanto alargada.
Paralelos al Arroyo de la Fuenfria, un poco más altos y a unos 100 metros a la izquierda. Ya en lo alto, a la derecha queda el Chorraero, un salto que hacen las aguas del arroyo, aunque en esta ocasión era poca el agua que caía.
Continuaron por la pista, y subiendo un poquito más llegamos a la Fuente de la Juanfría, de donde se abastece el pueblo de Paterna. Es un paraje encantador, donde también hay una zona de recreo con bancos y mesas para disfrutar de una merendola, rodeados de un espectacular paisaje, a los pies del Calar de la Osera.
Aquí la pista forestal se bifurca y tenemos que seguir hacia la derecha, paralelo al Arroyo de la Fuenfria. Cuando se lleva recorrido cuatro kilómetros, se encuentra la Lagunilla (llamada así porque ocasionalmente se forma una pequeña laguna), aunque no era el caso, ya que estaba bastante seca.
Aquí los organizadores habían preparado unas gachas de Harina de Guijas que quitaban el sentido, al lado del Refugio de la Lagunilla, uno de los seis refugios integrados en la Red de Senderos Verdenace.
Abandonando el carril, para seguir una senda en dirección sur, bordeando el Calar de la Osera, que siempre se lleva a nuestra izquierda desde que se coge en la Fuente de la Fuenfria.
En medio kilómetro se llega al Toril de la Lagunilla, hasta aquí se sigue parte del recorrido del PR AB-23 “Paterna del Madera a Riópar”, uno de los senderos homologados que integran la Red de Senderos Verdenace.
Barranco arriba, por una senda llena de pinos, aromáticas, espinos, y algunos hongos, en dirección este, hasta cruzar un alto collado (1.525 m.) y con unas espectaculares vistas. Muy pronto llegamos a un camino en mal estado, pero hay que seguirlo. Cuando llevados unos seis kilómetros aparece a la Fuente de los Palos. Otro kilómetro más adelante la Juanseca.
Descendiendo en dirección noreste, a la aldea del Encebrico.
A partir de aquí se sigue el trazado de otro de los senderos de la Red, el PR AB-29 “De la Juanfría a Río Madera”. En tres kilómetros de pista forestal, llegamos a la aldea de Perines, que queda en lo alto. Por esta zona se nota la época del año en la que nos encontramos, con las nogueras, chopos y espinos con las hojas amarillas y algunas ya caídas por el suelo.
Disfrutando por una deliciosa senda, junto al arroyo de la Peñuela, una preciosa senda que los senderistas disfrutaban a cada paso, incluso hay tramos donde se hacia el silencio, tan escaso cuando se va con gente.
Otros tres kilómetros hasta llegar al Batán del Puerto; precioso enclave -bajo el cerro del Pimpollar- en el que se juntan los ríos De las Hoyas y Endrinales, para formar el río Madera.
Aquí la explosión de color otoñal pintaba un paisaje espectacular, que muchos de los que no conocen la zona jamás podrían imaginar tan preciosos rincones en nuestra provincia, y a tan poco distancia de la capital.
En este punto concluye la ruta de este fin de semana, solo quedó degustar en Restaurante Pensión El Batán del Puerto una selección de platos típicos como el Atascaburras, Ajopringue, Migas Ruleras, Gazpacho Manchego, Judías con Perdiz, Jamón con Manzana, y para rematar una Tarta de Chocolate casera.
La próxima ruta será el domingo 25 de octubre en Alcalá del Júcar, denominada “Entre Barrancos” una marcha de casi 21 kilómetros de distancia, de una dificultad técnica media-alta y con salida a las nueve de la mañana desde la Playeta de Alcalá del Júcar.
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