Antonio García
Ni los observatorios astronómicos más potentes y avanzados han podido encontrar los límites de la estupidez. Por lo que la comunidad científica, mientras no se demuestre lo contrario la considera infinita. Pero es más, la ciencia no es ciencia si no es empírica, es decir, si no se basa en lo comprobado por la experiencia. Y la experiencia nos ofrece tanta información, que se da por hecho que la estupidez es infinita.
Los archivos que contienen los casos de estupidez superan con creces el volumen de cualquier enciclopedia, pero hoy no tengo por menos que referirme a la última parida de las izquierdas, o lo que es lo mismo, al último ataque al sentido común, la justicia y la libertad humanas, del que seguramente todos ustedes estarán al tanto.
Me refiero a la polémica creada en torno al llamado “pin parental” (o consentimiento paterno) aprobado en la Comunidad de Murcia a propuesta de Vox, que representa una clara iniciativa de defensa contra los intentos totalitarios de la zurda de apropiarse de los niños en clara concordancia con el estalinismo y el nacional-socialismo. O sea, con los más crueles fascismos de la historia de la Humanidad. ¿Lo entienden?: Fas-cis-mos. Si en estos tiempos en España existe algún fascismo, solo puede provenir de las filas socialistas.
Pues bien, como ya saben todos ustedes: <<los hijos no son de los padres>>. Así lo ha aseverado una tal Cela-á, a la que le ha tocado en la tómbola un ministerio. Aseveración que quedará inscrita en los anales de la burricie y la ignominia. No llevan ni cuatro días gobernando y ya han destapado el tarro de las esencias, es decir, la verdadera cara del “progresismo”. O por decirlo de otra manera: han abierto el ánfora de Pandora, vulgarmente llamada caja de los truenos, o caja de Pandora. La cuestión es que ha dicho que los hijos no son de los padres, pero ha omitido decir a las claras: <<porque son del Estado>>. Lo que se sobreentiende, ya que si no ¿de quién van a ser? Y lo entiende a la perfección cualquiera que se haya dado cuenta del totalitarismo que se ha instalado en España. De la más aberrante y destructiva dictadura que nos podía caer en estos tiempos modernos. La criminal dictadura del pensamiento único, la dictadura mordaza. La dictadura de la corrupción de menores.
Lo único que pretende el llamado “pin parental” es que los padres tengamos algo que ver en la educación de nuestros hijos. ¿Y en qué consiste? Pues en palabras de sus promotores, es una solicitud que va dirigida a los directores de los centros educativos, para que se informe previamente a los padres, a través de una autorización expresa, sobre cualquier materia, charla, taller o actividad que afecte a cuestiones morales socialmente controvertidas o sobre la sexualidad, que puedan resultar intrusivos para la conciencia y la intimidad de nuestros hijos, para que los progenitores puedan conocerlas y analizarlas de antemano, reflexionar sobre ellas y en base a ello dar su consentimiento o no para que nuestros hijos asistan a dicha formación. ¿Hay algún padre o madre a quien esto le parezca mal?
Lo curioso del caso es que la izquierda convierte en “acusación al contrario” exactamente lo que ellos mismos hacen. El secretario de organización del PSOE, José Luís Ábalos acusa a los que no son de su cuerda de utilizar el pin parental como un mero instrumento de “controlar ideológicamente” a la sociedad. Y digo que es curioso, porque esa es precisamente la especialidad de la izquierda, que se manifiesta claramente en la obsesión social-comunista de adoctrinar y pervertir a los niños desde su más tierna infancia y de implantar el pensamiento único “progresista” en todo el cuerpo social. Censurando a los demás. Arrebatar los hijos a los padres, educarlos como sumisos ciudadanos del nuevo régimen dictatorial con apenas cerebro, escaso corazón y una gran dosis de aborregamiento.
El lobo no va a venir, ya está aquí. Como ejemplo, Navarra, donde ha sido implantado el programa “Skolae”, que consiste en que todos los niños de la Comunidad Autónoma, de 0 a 6 años tengan “vivencias sexuales a través de juegos eróticos infantiles”. Que además es un programa de coeducación sobre la Ideología de Género que incluye plantearse, antes de los doce años si “se es niño o niña”. Puesto en marcha por el Gobierno de Navarra, cuenta con fichas que guían a los profesores a invitar a los niños a comentar las partes del cuerpo que les gusta acariciar y masajear. Uno de los programas se titula <<Cuentos para emocionar. Educación afectivo-sexual para peques>>. Enfocado a niños de 4 y 5 años, apela a la “vivencia del placer sexual”. Uno de sus objetivos es <<Facilitar que el grupo vaya descubriendo las diferentes identidades sexuales, y que éstas no están determinadas por los caracteres corporales, sexuales, psicológicos…, sino por la propia “vivencia” de sentirse niño o niña>>. Pura Ideología de Género. ¿Esto cabe en cabeza humana normal? O sea, amigos lectores, que su derecho y su deber de educar a sus hijos se los pueden ir metiendo por donde les quepa, porque el Gobierno de la nación ha dicho que sus hijos no le pertenecen a ustedes. O eso, o rebelarse. Y de modo semejante a como la Tierra no es de nadie, pertenece al viento (ZP) sus hijos pertenecen al Estado todopoderoso. <<El pueblo es soberano>> ¡Y un pijo! El pueblo soy yo, que dirían Pedro Sánchez o Pablo Iglesias.
De igual modo, la intrusa Irene Montero (Ministerio a cambio de polvos) no se queda atrás: <<Los hijos de padres y madres “machistas” tienen el mismo derecho que el resto a ser educados en la libertad, en feminismo y en igualdad>>.
Así que, alimenten, vistan, den cobijo, matriculen, atiendan su salud, paguen todos los gastos… hagan todo por sus hijos, menos intervenir en cómo educarles y qué principios morales y valores inculcarles. Que esa es misión exclusiva del Estado Rojo.
España solo la están echando a perder los españoles. Como siempre.
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