
Al compás de la noticia
Aunque es difÃcil precisar la fecha de inicio de su construcción, sà afirman los arqueólogos que el castillo de Isso se levantó en época andalusà y, como ha ocurrido con muchas construcciones de esta naturaleza, la edificación sufrirÃa importante trasformación a lo largo del tiempo, sobre todo en la época cristiana. Todo nos lleva a señalar que serÃa una de las fortalezas del reino musulmán de Murcia. Es la conclusión a la que nos conducen los estudios del doctor albacetense Aurelio Pretel MarÃn en sus trabajos de investigación histórica sobre la Edad Media.
En 1245, el rey Fernando III el Santo cede el castillo de Isso a su esposa, Juana de Ponthieu, junto con Minateda y el castillo de HellÃn.
Jaime I de Aragón conquista la taifa musulmana de Murcia en alianza con su yerno Alfonso X el Sabio de Castilla. La plaza se limitaba entonces a dispersos núcleos poblados que se extendÃan a lo largo de la ribera del Segura, otros más lejanos y el castillo de Monteagudo, situado a unos 3 kilómetos del centro de la actual ciudad. El castillo de Monteagudo, en la cima de una elevación, todavÃa existe en apreciable estado de conservación. En diciembre de 1265, Jaime I de Aragón se reunió con su yerno, Alfonso X de Castilla, en Alcaraz, importante plaza que entonces era frontera entre el reino de Castilla y el de Valencia. Aquà coordinaron las campañas bélicas contra los reyezuelos murcianos.
Se iniciaron las operaciones de hostigamiento y pusieron sitio a la ciudad, que capituló el 31 de enero de 1266. El rey aragonés entró en Murcia tres dÃas después, el 3 de febrero. Un número elevado de musulmanes, al ser desalojados del núcleo principal, fueron recluidos en el suburbio llamado Arrixaca, otogándoles libertad de religión.
A inicios del siglo XIV, en 1305, y tras la invasión aragonesa del reino de Murcia, los castillos de Isso y HellÃn son entregados al rey castellano y, en 1311, se incorporan al SeñorÃo de don Juan Manuel, quien adopta medidas repobladoras con Isso, HellÃn y Tobarra. Por carta otorgada en Córdoba se prohÃbe cobrar la asadura que pagaban las gentes de Murcia que pasaran por Isso, HellÃn y Tobarra. El derecho consistÃa en entregar una res por un número determinado de cabezas de ganado. Hay que señalar que la comarca de HellÃn, aunque con delimitación fronteriza no definida entonces, caÃa bajo la demarcación territorial del reino de Murcia. Dice la carta del Adelantado de Murcia:
< No manden tomar a los vecinos de Murçia asadura ninguna de los sus ganados que passaren por los dichos lugares de HellÃn, Isso e de Tobarra, e que les guardedes la franqueza que ellos an (tienen) de los reyes>. Era una manera de favorecer el tránsito de rebaños entre la Mancha y Murcia.
Nueve años antes de morir, el infante don Juan Manuel hizo testamento. En el documento legaba a su hija Constanza ochocientos mil maravedÃes, y dejaba en fianza, mientras no se casara, varias villas y castillos, entre ellos, los de Isso, HellÃn y Tobarra con pastos, montes y pechos de moros, judÃos y cristianos. Si ya casada, su hermano Fernando no quisiera darle los ochocientos mil maravedÃes, doña Constanza podÃa quedarse con esos castillos y villas.
El Atlante español o descripción general geográfica, cronológica e histórica de España por reinos y provincias, publicado en Madrid en 1778 por Bernardo Espinalt, refiere que el Cabildo eclesiástico de HellÃn estaba formado entonces por cuarenta y cuatro personas. Relaciona trece ermitas y dos parroquias: la de Santiago Apóstol, en Isso, y Nuestra Señora de la Asunción de HellÃn. Asimismo, señala que el párroco de Isso en las décadas centrales del siglo XVIII se llamaba Francisco González Caravaca.
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