El Faro de Hellín

Antonio García

Hace unos días, una buena amiga publicó en Facebook la famosa canción de John Lennon “Imagine”, dejando constancia de lo mucho que le gusta y a la que considera una de las mejore canciones que se han editado. Y realmente que fue muy exitosa tras presentarse en público allá por 1971. Escrita e interpretada por el propio Lennon, fue el disco sencillo más vendido de su carrera como solista. Reconozco que la música de la canción también me gusta y que don Jhon fue un gran compositor dentro de su estilo musical. Nada que objetar, aunque para gustos, colores. Pero no es de gustos musicales de lo que vengo hoy a hablarles, sino del otro componente: la letra.

Si uno siente la curiosidad de leerla en su versión castellana –al menos los que no sabemos inglés-, a bote pronto da la impresión de ser lo más inocente, humanitario y liberador de la Humanidad que jamás se ha escrito. Tan llena de candor que dan casi ganas de llorar por la emoción que despierta y porque hace pensar que es imposible un mundo más feliz que el que refleja la balada. Pero tiene trampa. Y de lo más sutil y sibilina. Con el ruego a mi querida amiga de que no se ofenda si lee este artículo, la letrita de la canción es un cebo para inocentes, en el que es muy fácil picar. No es que despierte malos sentimientos, es que es profundamente engañosa.

Les diré de entrada que esta canción responde a la perfección a la filosofía de lo que se conoce como Nueva Era, o New Age. <<Imagina que no hay Cielo ni infierno…, imagina que no hay países, ni fronteras… Imagina a todo el mundo viviendo el día a día… Imagina que no hay religiones…, todo el mundo viviendo en paz. Imagina que no hay posesiones materiales…, hermandad de hombres… Imagina a todo el mundo compartiendo el mundo. Únete a nosotros y el mundo será uno solo…>>.

Todo esto puede que se lo creyera John Lennon, excepto eso de la inexistencia de posesiones materiales. Eso no se lo creyó ni harto de marihuana y masajeado por su compañera, la japonesa con apellido de fibra óptica.

Trataré de explicar lo más brevemente posible qué es eso de la Nueva Era.

El New Age es un movimiento pseudo-espiritual, esotérico, ocultista y profundamente pagano, que induce al hombre a creer que puede llegar a ser Dios. Su origen se remonta a 1875 en Nueva York a través de la Sociedad Teosófica. No es fácil definir qué es la Teosofía, pues tampoco forma un cuerpo doctrinal cerrado. Pero podríamos explicarlo así: Nuestra fe cristiana nos dice que el mundo ha sido creado por Dios, pero el mundo NO es Dios. Para los teósofos, de donde deriva el movimiento Nueva Era, todo es unitario. Cualquier cosa existente es Dios: las piedras, los árboles… los hombres. Por tanto, descubrir la Verdad a través de la meditación personal, las prácticas esotéricas y la iluminación interior nos lleva a descubrir que nosotros “somos Dios”. Es decir, el conocimiento de Dios (lo Total) se puede alcanzar sin necesidad de la revelación divina. Mezcla de ocultismo y misticismo oriental. La Sociedad Teosófica la fundó la masonería, y como siempre, con el apoyo de la misma se fue extendiendo por el mundo. Los pilares básicos de la Nueva Era son: Masonería, Gnosticismo, Espiritismo y paganismo oriental. A lo largo de los años la Nueva Era ha sabido como penetrar en la sociedad católica de la mayoría de los países.

¿Cuáles son las creencias de la Nueva Era? Resumiendo:

Todo es Dios y Dios está en todo. De esta manera el universo y la naturaleza también son divinos. El camino hacia la “iluminación” es conseguir la autoconciencia de ello.

No hay una religión verdadera, todas son iguales.

La creencia anticristiana de la reencarnación: el hombre vive muchas vidas hasta que se disuelve en el cosmos.

Ha llegado la Era del Acuario, y este signo traerá consigo una nueva religiosidad mundial capaz de reconciliar todas las demás religiones. Acuario va a suponer un “nuevo orden mundial”, una humanidad nueva, y una nueva religión. La New Age comportará una era de amor, concordia, luz, paz y armonía. De verdadera liberación del espíritu. No existe Dios fuera del hombre. Por ello cada hombre crea su verdad, de forma que ya no existen verdades absolutas, ni el bien ni el mal.

Las ideas y los objetivos de la Nueva Era recogen elementos de las religiones orientales, el espiritismo, las terapias alternativas, la psicología trans-personal, la ecología profunda, la astrología, el gnosticismo y otras corrientes. Los mezcla y los comercializa de mil formas, proclamando el inicio de una nueva época para la humanidad. Pero, en el fondo, no es más que otro intento vano del hombre de salvarse a sí mismo, atribuyéndose poderes que no posee. La Nueva Era habla de muchas cosas que tocan nuestra fe: Dios, la creación, la vida, la muerte, la meditación, el sentido de nuestra existencia, etc., pero no es una religión. Toma diversos aspectos de muchas religiones y también de las ciencias y de la literatura y los mezcla con cierta originalidad para dar respuestas fantásticas a las preguntas más importantes de la vida humana. Con frecuencia, incluso usa un lenguaje cristiano para expresar ideas muy contrarias al cristianismo.

Pues bien, amigos lectores, con toda esta información, y como no queda espacio para más, les dejo a ustedes la tarea de reflexionar sobre la canción “Imagina” y sus postulados, tan alejados de la realidad, aunque sutilmente atractivos. Un dato curioso: la canción fue lanzada en los tiempos del revolucionario Mayo del 68 francés y el nacimiento y auge del movimiento Hippie.

Me despido por hoy con estas palabras de San Pablo a los Gálatas: <<Me maravillo de que abandonando al que os llamó por la gracia de Cristo, os paséis tan pronto a otro evangelio>>.

No obstante, si la ocasión se presenta, analizaremos pormenorizadamente los mensajitos de “Imagina”. Que pasen buena Semana Santa.