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Esto es de locos

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Esto es de locos

Antonio García

Sin querer, ya la he liado dos veces, una en un súper y otra en un Centro de Salud. Entro a la “gran superficie”, con mi mascarilla puesta tapándome la boca, puerta de salida de todos mis detritus infecto-respiratorios-contagiosos. La nariz no. Voy por mitad de un pasillo mirando estanterías en busca de algo que necesitaba. A esto que – o me vio de lejos o alguien se chivó-, el guarda de seguridad me alcanza y me ordena: súbase la mascarilla y tápese la nariz. Le digo que no. Y se lía. Así no puede estar aquí, tendrá que irse. Me iré cuando termine de comprar. ¡Voy a llamar a la policía! Llame usted a quien quiera. Además, amigo, con mi boca tapada y su cara casi cubierta no le puedo contagiar nada. ¡Está usted soltándome un chorro de virus por su nariz!… Ahí me callé por no ofenderle. Terminé mis compras, pagué y me marché.

En el Centro de Salud, planta desértica, hallábame frente a la puerta de mi consulta esperando al médico que en ese momento no se encontraba. Al cabo, llegan tres doctoras, entre ellas la mía. Otra del grupo se me encara a unos 2,50 m de distancia y me espeta: tápese la nariz con la mascarilla. Le digo que no. Debe de subírsela. Y sin querer ni deber se me fue el pistón. En tono subido –reconozco que inapropiado- le dije que no, que no puedo, que me apuro muchísimo, me ahogo, me entra ansiedad… Me insistió (y eso que era doctora e hizo el juramento hipocrático). Me volví a negar y le dije que estaba hasta los cojones de la mascarilla y de la estafa a que nos estaban sometiendo. Y que si no me querían atender, que me largaba. Y añadí: con mi boca tapada no le puedo contagiar. A lo que me contestó -llevando el bozal que solo le faltaba cubrirse los ojos-: pero yo a usted sí –olé el título de medicina-. Le contesté que no me importaba. ¿No le importa? No. Y se dio media vuelta y se marchó a su consulta.

Posteriormente, pedí perdón a mi galena, con el ruego de que traslada mis disculpas a sus compañeras, no sin aclarar que por las formas, no por el fondo.

Oigan, queridos lectores-si es que me queda alguno- esto es el cachondeo padre y madre. Que si no se ha conseguido aislar el virus, que sí se ha aislado. Que si los test PCR sirven, que no sirven. Que si las mascarillas protegen, que si no protegen… Que no lo hacen, como ya les demostré en el anterior artículo, dicho por sus fabricantes –lean las etiquetas-. Que si la OMS ya no sabe si el bicho vino de China o vaya usted a saber. La OMS dice que nunca se ha exigido el uso de mascarilla contra los contagios de gripe. Su uso provoca miedo y la sospecha de que todos seamos armas biológicas.

Que en los países con mayor confinamiento es donde más mortalidad ha habido. Un asintomático no es una persona enferma y por tanto no contagia. Que pa qué se les encierra si están sanos… Etc., etc.

Y ahora se va uno a la página web del Ministerio de Sanidad, y en un apartadico dedicado a los ciudadanos: “preguntas y respuestas frecuente”, ante la pregunta ¿qué significan los resultados del test que me han hecho?, uno lee: <<… lo que estos test no hacen es diagnosticar la enfermedad llamada Covid-19 ni permite saber si es o no contagioso/a>>. (Jaaa, ja, ja, ja…). Más adelante <<…Podría haber también casos en que el test fuese positivo por error (son herramientas recién fabricadas y aunque las hemos probado antes de iniciar el estudio los datos que tenemos no excluyen esa posibilidad)>>. (Juaaas, juas, juas…). Y continúa: <<Por todas estas razones estos test no se recomiendan aún para diagnóstico clínico y por eso la organización Mundial de la Salud aconseja su uso solo en estudios epidemiológicos como este en el que usted participa>>. ¡El propio Ministerio! (Me partoooo. Jiii, ji, jaaa, ja, ja…). ¿Es que estarán reculando? ¡Uf, qué dolor de tripa…

Por cierto, ya se han asociado los trombos producidos en muchos pacientes, con algunos componentes de la pasada vacunación antigripal. Ahí queda eso.

¡Ayyy! Bueno, seamos serios. Continúo. Noticia bomba: Aranda de Duero, población de casi 33.000 habitantes: ¡Un Juez ha confinado una población!, cuando solo el Congreso podría hacerlo. Y por algo que siquiera médicamente está justificado. ¡La madre que los parió! Y nadie cuestiona nada, señores, ni prensa, televisión, fiscales, médicos, policía, Guardia Civil, partidos políticos, sindicatos… ¡Tós calladicos! ¿Pero esto qué coño es?

Hala, sigan persiguiendo y multando a la gente por las mascarillas. España, el único país con imposición general de llevar el bozal, ¡hasta para bañarse en la playa! Cuánto borreguismo, cuánta sumisión, cuánta estupidez.

Histeria colectiva que nos está llevando a la ruina. Estamos ya arruinados por una auténtica psicosis injustificada. Pero nada, nadie se pregunta hasta cuándo esta sinrazón. Nadie se interesa por saber cómo vamos a salir de la quiebra más angustiosa de los últimos tiempos.

Por cierto, las compañías farmacéuticas piden al Gobierno que se les “exima de responsabilidades” si la vacunación que se avecina trae efectos secundarios indeseables. Noticia que pueden ustedes buscar en Internet. Si esto no les despierta al menos una mínima sospecha, si están dispuestos a seguir sin plantearse nada y obedecer ciegamente al Gran Hermano, es que no hay remedio. Estamos ya justo donde nos querían llevar. Lo que era impensable es que lo hayan conseguido con tanta facilidad.

¡Ah! Se me olvidaba. En un recientísimo informe emitido por la Junta Argentina de Revisión Científica, grupo independiente (JARC), -formada por especialistas de diversas ramas de la salud: virología, genética, biología molecular, epidemiología, estadistas, investigadores independientes, y otros especialistas de distintas áreas de la medicina-, principalmente dirigido a los científicos de todo el mundo, pero también al público en general, tras un detalladísimo estudio que solo entienden los entendidos, nos advierten que la vacunación contra el Covid provocará la esterilización masiva. En sus conclusiones apuntan: << La industria está SIEMPRE atenta al descubrimiento fehaciente de un nuevo gen/enzima “accionable” de acuerdo con los intereses del poder, mediante vacuna y/o fármacos… Los virus (probablemente TODOS) son una cortina de humo para mantener distraída a la comunidad científica, establecer estrategias de control poblacional mediante el miedo, confinamiento y cuarentenas…>>.

Esto es de locos, pero tómense tranquilos el cafetito o el aperitivo.

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