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El particular Humanismo Cristiano del PP

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El particular Humanismo Cristiano del PP

Antonio García

Congreso tuvieron y del Congreso salieron. Y un servidor de ustedes, que es algo coscucero, o fanfosquero –como decimos en mi pueblo-, sin pretender meterme en honduras políticas congresísticas, sí desearía comentar un aspecto que me parece sumamente interesante y que roza la posición de “equilibrio indiferente”, según recuerdo de mis estudios de Física en Bachiller. Allí se nos explicaba que un cuerpo puede adoptar varias posturas, dando lugar a los llamados equilibrio estable, inestable e indiferente. Y para ilustrarlo con claridad se nos ponían estos tres ejemplos: Un cono, apoyado sobre su base, está en equilibrio estable. Para acostarlo hay que empujarle decididamente. Apoyado sobre el vértice –cosa difícil, pero posible- se coloca en equilibrio inestable, pues a la mínima cae. Pero ese mismo cono, tumbado, adoptaría la posición de equilibrio indiferente. Es decir, que lo mismo le da que le da lo mismo. Le empujas, y sigue estando tumbado.

Dada esta docta explicación, recordemos que el mes pasado se celebró el XVIII Congreso del Partido Popular. Leerse íntegramente el desarrollo de estos eventos resulta de lo más aburrido, sobre todo para aquellos que no nos encuadramos en ninguna familia política, aunque otros intenten etiquetarnos para quedarse tranquilos. Y es que son siempre lo mismo: maniobras, intrigas, tiras y aflojas, para que al final salga lo que a la cúpula le interesa. Pero he aquí dos detalles en uno, que me llaman la atención.

A fuerza de insistencia de algunos sectores –congresistas- del partido, se logra que, metido con calzador figure expresamente en el articulado, y no solo en la introducción –lo que carecería de fuerza normativa- que el partido se define por el “humanismo cristiano”. O sea, que el PP es humanista y es cristiano.

Desde luego no voy a soltar una tesis sobre lo que significa eso del “humanismo”, pero sobre lo de cristiano el PP… Y ojo, estoy seguro de que en sus filas hay muchos. Como personas individuales. Como en botica.

Remontándonos un poco en la tradición política, es fácil recordar que las derechas han representado para el pueblo sufriente el garante de la conservación de ciertos valores. Y que la mayoría veía en sus etiquetas el marchamo de gente religiosa, católica, conservadora de tradiciones y cultura, etc., amén de otras cuestiones en las que no entro –incluidos sus notorios defectos-. Y nuestro pueblo español, tan prolífero en pirómanos arbóreos y aficionado a la quema de curas, siempre ha tenido no obstante una gran masa, prácticamente mayoritaria, afecta a la religión católica, sin entrar a valorar la intensidad vivencial y personal de cada cual en su práctica religiosa. Pero he aquí que esa imagen poco a poco se ha ido diluyendo. Que el “mundo, demonio y carne” político de la modernidad y el progreso, con sus múltiples tentaciones y servidumbres se ha metido de lleno el la sustancia de los partidos. Los de izquierdas lo traían de fábrica, los de derechas se han ido contagiando, hasta que ha hecho metástasis. Y yo para mí, que la religión católica y la doctrina de Jesucristo inspirando sus actos, programas y gestiones políticas les importan menos que la cagada de una mosca en el islote de Perejil.

Se cuenta, que algunos sectores de congresistas presentaron una serie de ponencias, nada más y nada menos que contra la actual Ley del aborto y la maternidad subrogada (vientres de alquiler). Y se dice que la dirección del partido estaba acojonada, temiendo que ese debate hiciese aflorar polémicas “incómodas” y no deseadas, pues la dirección no tenía pensado modificar en nada su respaldo a dicha Ley. Y sobre todo con una dóberman como Cristina Cifuentes, encantadísima con su perversa ideología de género, su abortismo militante y su fobia religiosa. Que por cierto, recuérdese, ya pidió en el congreso de 2012 eliminar la palabra “cristiano”. Y sueña con mudarse a la Moncloa…

Pues bien, con lo del aborto se han despachado rápido, pactando un breve texto en que se dice que el aborto <<es un fracaso de la sociedad>>, pero que se joda la sociedad, pues no se menciona ninguna reforma. Y en cuanto al tema de la “gestación subrogada”, el PP decidió aplazar el debate hasta consultar con expertos, que es lo mismo que decir “si te vi no me acuerdo” y a otra cosa, mariposa.

O sea que, humanismo cristiano, ¿no? Pues va a ser que no. Y va a ser que esta decisión de definirse como tal no persigue otra cosa que taparle los ojitos a muchos votantes que están viendo la deriva antihumana y anticristiana que está tomando el centro-derecha español. Como todos los demás que pinchan y cortan el bacalao.

Vamos, que hoy la cosa es ponerse de un moderno que te rilas, de ser más progre que el contrincante, y maricón el último. Y a los carcas que van quedando que les vayan dando, que ya nos ocupamos de que las nuevas generaciones vayan saliendo con el cerebro bien lavadito, dispuestos a tragarse toda la porquería que les estamos dando y mansos creyentes de que “la economía lo es todo”. Y del resto de atributos y potencias humanas (cuerpo y alma) ni sabemos ni queremos saber.

Por cierto, si la economía lo es todo, buen camino llevamos.

¿Humanismo cristiano? En el fondo les es indiferente. Digo más, les molesta.

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