El Faro de Hellín

 Conchi Catalán

La verdad es que no hay palabras para poder expresar lo que está pasando con los palestinos.

Solo desde un corazón de piedra, podrido y perverso se puede actuar con tanta crueldad…

Desde hace días, tengo clavadas en el alma las miradas de los niños esperando la muerte porque se les niega el pan. ¡¡Dios mío, en pleno siglo XXI!!…

Es imposible no llorar, no estremecerse ante las imágenes que vemos en la tv, imposible como ser humano no avergonzarse y no retorcerse ante la impotencia de un mundo “civilizado” que contempla un genocidio en directo cada día ¡¡Y LO PERMITE!!.

¿Dónde está la defensa de principios democráticos y humanistas, de la paz y la justicia que la UE dice defender? ¿Y la ONU? …Menos palabras y más acción, de lo contrario ¿Para qué sirven?

¿Cómo es posible que líderes políticos de nuestro país justifiquen la situación alegando el “derecho de Israel a defenderse” por el atentado de Hamás o tener el cuajo de calificar de algo “lamentabilísimo” cuando se tacha de genocida al Estado de Israel? No doy crédito.

Por supuesto que el atentado de Hamás fue algo execrable, sin ningún tipo de dudas, pero ahí NO ESTÁ EL ORIGEN de todo, como también nos quieren vender. NO SE PUEDE JUSTIFICAR LO INJUSTIFICABLE.

Los palestinos, llevan sometidos por Israel más de 70 años a un largo proceso de expulsión y desposesión, de falta de acceso a derechos dentro de su propia tierra, forzados a vivir lejos de sus hogares, refugiados y cada vez más arrinconados con el paso de los años, por supuesto con el silencio cómplice del mundo. Esto era un polvorín.

El atentado fue la gota, nunca justificable desde luego, pero la respuesta no tiene comparación ni tampoco justificación. Ha sido también la gota, para que un ser despreciable y genocida se atreva a perpetuar una masacre y una limpieza étnica contra una población inocente.

Las miradas de estos niños, sus lágrimas, su dolor tan imposible en sus cortas vidas nos interpelan y de alguna manera, nos están culpabilizando de tanto horror.

Esto no va de política. Se trata de dignidad humana…

Mientras Netanyahu extermina al pueblo palestino utilizando el hambre como arma de guerra, Trump se sienta con los emires de Qatar y Arabia Saudí para cerrar contratos multimillonarios y regalos valorados en cantidades obscenas.

Mientras que el gobierno de Israel lleva ya casi 60.000 asesinatos con los bombardeos, con el bloqueo a la ayuda humanitaria está provocando una hambruna de abominables proporciones, matando a bebés, niños, jóvenes y a toda la población que queda…

Así, con este genocidio, despejan el terreno para construir sobre los huesos UN RESORT para la recreación y el relax…

Dios mío…Ya no cabe mayor infamia. ¿De verdad no se puede hacer nada?

¿En qué mundo vivimos?

¿Nos están matando también todos los valores en los que creemos?

Esto nos pasa por poner fusiles en manos de corazones de piedra, por votar para que las decisiones estén en las mentes más disparatadas e irrazonables.

No hay palabras para describir la miseria moral de los que tienen el poder, ni para describir la gran tragedia humana que afecta a la gente de Gaza.

De cualquier modo, la Historia juzgará al ser humano preguntándole: ¿En qué parte del conflicto estabas tú cuando esto sucedía? .