El Faro de Hellín

Murió al recibir un disparo de escopeta a bocajarro en un coto de caza en Toledo

Dejó a cuatro cachorros nacidos en abril sin ninguna posibilidad de sobrevivir debido a su corta edad. El cadáver de este ejemplar, liberado en febrero de 2017 en los Montes de Toledo dentro del programa de reintroducción de la especie, fue descubierto el pasado 14 de junio por un agente medioambiental.

A criterio de la asociación este caso pone de manifiesto la incidencia de la caza ilegal y de las malas prácticas cinegéticas en las especies en peligro de extinción.

Hoy 5 de octubre de 2023 comienza el juicio por la muerte a manos de un cazador de la lincesa Nenúfar, que se produjo en junio de 2019.

Ante estas graves circunstancias que rodean este caso Ecologistas en Acción de Toledo anunció que habría una personación ecologista, y así ha sido, acordando con WWF España que fuera esta ONG quien representara dichos intereses.

Gracias a las actuaciones de los Agentes medioambientales y del Seprona se pudieron esclarecer las circunstancias de los hechos acaecidos en esa fecha en el coto To-11.480 conocido como La Batinosa de Menasalbas (Toledo).

Durante la celebración de una cacería de zorros, la persona finalmente acusada de los hechos disparó a la lincesa “Nenúfar” provocando su muerte. El animal cuidaba en esas fechas de una camada de 4 cachorros pequeños que quedaron desvalidos y probablemente murieron sin la madre que los atendiera. Desgraciadamente solo se encontró uno ya fallecido.

Con el inicio del juicio tanto WWF como Ecologistas en Acción confían en que el caso se resuelva con una dura condena. Si bien, ante los hechos descritos, seguramente el código penal se queda corto.

La acusación ecologista pidió en su escrito de acusación para el autor de los hechos tres años de privación de libertad, inhabilitación especial para empleo u oficio e inhabilitación especial para el ejercicio de la caza por cinco años, todo ello por un delito contra la fauna tipificado en el artículo 334 del Código Penal. Asimismo se reclaman 270.000 euros en concepto de responsabilidad civil, de la cual se debiera hacer corresponsable al gestor del coto.

El caso de Nenúfar pone sobre la mesa las consecuencias que sobre las especies protegidas tienen la caza y las malas prácticas que se llevan a cabo en los cotos, en ocasiones amparadas en decisiones de la Consejería de Desarrollo Sostenible. La asociación lleva muchos años denunciando que la caza del zorro es una práctica de riesgo, como ya se demostró en el caso de Kenitra en 2014 en un coto de la localidad de Torre de Juan Abad, y reclama que terminen este tipo de cacerías y de controles.

Postureo de la Federación de Caza

A este respecto la asociación considera que la personación de la Federación de Caza de Castilla-La Mancha en el juicio solo tiene como objetivo buscar una foto que aleje el foco de lo importante, que es la caza y sus malas prácticas lo que está detrás de la muerte de gran cantidad de especies protegidas.

También llama la atención que la Federación reclame solo 14 meses de prisión, lo que implicaría que el autor de los hechos no iría a la cárcel en caso de ser condenado. Seguramente es un intento de crear precedentes llamados a facilitar que se evadan de las penas más graves aquellos cazadores que cometan delitos contra la fauna, y de que mientras tanto se mantengan las malas prácticas cinegéticas.