(O de cómo se hunde una sociedad)
Antonio García
Cuando hace unas semanas publiqué el artículo titulado “Pedro Sánchez es ateo”, un gentil lector editó un post en el Facebook de El Faro de Hellín con este comentario dirigido a mí: <<¿Y lo del aborto? No lo has tocado este viaje>>. Dice llamarse… ¡bah!, no merece la pena. Habitualmente no le hago ni pajolero caso a estas “gracietas”, pero es que hoy viene al pelo. O sea, señor X, que a usted le parece que me pongo pesado con lo del aborto. Pues agárrese, porque hoy no voy sobre asesinatos de niños inocentes e indefensos, pero sí sobre algo sobre lo que también suelo insistir: sobre la truculenta, terrorífica, siniestra y espantosa ideología de género. Hagamos una prueba del nivel de información que usted y el ciudadano en general tienen sobre esto. Va a consistir en saber quién es más pesado, si el Gobierno o gobiernos que nos desgobiernan o yo. Eso sí, con un hándicap en mi contra: yo no tengo poder para hacer leyes, el Gobierno sí. ¡Ay, si yo pudiera…! Pero no, solo soy un humilde escribidor de pueblo al que le hierve la sangre ante tanto desafuero.
¿Alguno de ustedes saben la agobiante presión, a nivel mundial, que se está produciendo sobre los Estados y por parte de los Estados para imponer esta ideología? ¿Algunos de ustedes están enterados de la escandalosa cantidad de dinero que se está gastando con ese fin, en corromper, sobornar…? ¿Alguno de ustedes sabe ni siquiera de qué va la cosa? ¡Ah, claro, no lo cuentan los medios. Ergo, no existe.
Pues atención, noticia calentita, calentita: El PSOE se ha puesto últimamente las pilas en la tramitación de la Ley LGTBI. Y esta misma semanita, la comisión de Igualdad del Congreso se reúne para darle aire a la cosa, dadas las quejas de algunas “asociaciones” por tanta demora, ¡que ya está bien, hombre! Y es que la propuesta de ley la presentó “JODEMOS”, con P, en el Congreso en Septiembre del pasado año.
Se pretende imponer por ley asignaturas que versen sobre los gays, lesbianas y transexuales desde la Educación Primaria, que cuanto antes es tarde, oigan.
Según JODEMOS, con P, en todas las asignaturas se deberán implantar ejercicios y ejemplos sobre la” diversidad” sexual y de género y la “diversidad” familiar. Y en la asignatura de Historia, en Educación Secundaria, estudiar el movimiento LGTBI desde la Prehistoria. Que al parecer, ha sido el forjador de todos los avances del mundo moderno. Esta propuesta le viene de perlas al gobierno del Pechoe, que andaba tras la implantación de una asignatura llamada –con tós sus cojones- “de valores cívicos y éticos”. Así mismo, Coletas and Company pretenden que los menores de 16 años se operen gratuitamente de sus genitales, para cambiar su apariencia sexual –su sexo es imposible que lo cambien- sin necesidad del permiso paterno. Al igual que poder aplicarse tratamientos hormonales desde el comienzo de la adolescencia. O sea, como la cosa del aborto para nenas menores de edad. A los padres que les den, ¿qué sabrán ellos? ¿Qué pijo les importa si sus retoños se envenenan? Pues sí, amigos, para que ustedes se vayan acostumbrando, eso ahora se llama “valores cívicos y éticos”. Lo jodido será si los nenes y nenas llevan deberes a casa, en los que tengan que resolver en el hogar, teórica y prácticamente ejercicios sobre el tema… y les pidan ayuda a los padres. Daría lo que fuera por estar presente. Y como además, como la cosa ha de ser “trasversal” a todas las materias, me gustaría ver cómo se las apañan para resolver una ecuación de segundo grado impregnada de género y génera. Vamos, que no les vale a ustedes ni ser licenciados matemáticos. De manera que yo aviso: los papás deberán de consentir, o convertirse en unos proscritos, unos fuera de la ley. Y tendrían suerte si no les cae un multazo o le retiran la custodia del nene o la nena.
Pero agárrense, como esto de la cosa LGTBI es cultura, se propone la <<creación obligatoria de bibliotecas con temática LGTBI en poblaciones de más de 20.000 habitantes, la colocación de “monumentos” y denominación de calles en homenaje al colectivo, o el fomento de contenidos sobre orientación sexual y diversidad familiar en las televisiones públicas y en las privadas que chupen subvención>>.
Y como es de esperar en toda ley que se precie, también se contempla el capítulo de sanciones. Los medios de comunicación, los usuarios de las redes sociales y todo bicho que se mueva, la llevan clara si “discriminan” u “ofenden” al colectivo LGTBI o cualquiera de sus ínclitos miembros. Falta saber qué se entenderá por discriminación u ofensa, pero la cosa que va a poner al rojo vivo, es decir, el puto cerrojo a las mentes, bocas y plumas que se salgan de la corrección impuesta.
Y ojo, en este caso hasta los de JODEMOS, con P, han sido más caritativos que el Pechoe. Aquellos proponían una sanción de 45.000 euros para los casos de discriminación muy graves, y los segundos la pretenden subir a 500.000. O somos contundentes o no somos. Aunque quizá sea una medida encaminada a poder pagar las pensiones…
Como será de perentoria la necesidad de que salga la ley de una puñetera vez, que un grupo de 17 transexuales se ha puesto en huelga de hambre. Y según informaciones, sentencian y amenazan: <<Si no hay fecha para la Ley Trans habrá “furia Trans”>>. O sea, en castellano, habrá violencia callejera. Cosa que a un servidor no le pilla de nuevas, pues es lo mejor que saben hacer y lo tienen harto demostrado.
Ya les dije en otra ocasión que sin “estatismo” o preeminencia y coacción del Estado, a estos grupos minoritarios solo les haría caso ni la madre que los parió. ¡Pero…!
Y nada más por hoy. Ustedes no se preocupen, que “la economía lo es todo”, como dijo aquél. A lo demás no le hagan ni caso, que ya se que soy un pesao.
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