Por Sol Sánchez
Estimado, Señor Alcalde de HellÃn:
Hace muchos años atrás, en un dÃa como hoy, escribÃa mi carta como casi todos los niños del mundo a los Reyes Magos, sin imaginarme que todo era una quimera, un engaño piadoso de los adultos, para mantener la ilusión en esa única etapa de la vida en la que se puede tener, la niñez.
Hoy mi carta va dirigida a usted, desde la madurez, manteniendo la esperanza de poder llegar al niño que fue y que me complaciera en las siguientes peticiones:
¿SerÃa tan amable de montarse en una silla de ruedas y dar una vuelta por el pueblo para que pueda comprobar la cantidad de barreras arquitectónicas que encontrará en esa situación?
La mayorÃa de baldosas de nuestras calles son estrechas. Hay paso de peatones, en los que una de sus partes tiene rampa y la otra, no. Las calzadas están remachadas de asfalto en los que se tropieza con gran facilidad provocando la caÃda de estas personas.
¿PodrÃa taparse los ojos y caminar por la ciudad?
Le aseguro que le serÃa tarea complicada saber dónde hay un semáforo.
Estimado, Señor Alcalde:
¿Cuánto tiempo hace que no ha paseado por el casco antiguo de la Villa de HellÃn?
Se encuentra en la parte trasera de su despacho. Son esas callejuelas por las que de niño corrió, al igual que la gente de su generación.
El HellÃn de nuestros antepasados, levantado con sudor y lágrimas. ¿No se le desgarra algo en su interior?
¿No hay una parte de ese HellÃn, a la que podemos llamar Alma, que le provoque regenerar sus calles, casas, barrios, lugares como Los Franciscanos, que se encuentran en ruinas?
¿No se siente identificado con las pequeñas Asociaciones de Hellineros que se alÃan con su tierra y se solidarizan con el HellÃn que un dÃa existió y del que apenas queda su sombra?
¿PodrÃa explicarme por qué existen personas mayores que viven solas en sus casas, sin apenas recursos, solicitando entrar en un asilo, sin conseguir esa plaza?
¿Por qué el Ayuntamiento no baja los impuestos y concede ayudas a las empresas que desean ubicarse en esta ciudad y de esa manera conseguir que muchas personas que permanecen en el paro, reciban un trabajo y no tengan que emigrar?
Por otra parte… Pase por la estación de autobuses y compruebe que no hay ni una sola ventanilla en la que se nos dé información. De paso vaya a la estación de tren y vea que apenas paran trenes a lo largo del dÃa… ¿Es asà cómo podemos mantener nuestra Semana Santa declarada Fiesta de interés turÃstico Internacional? Lo mismo que el Tolmo de Minateda… ¿Patrimonio de la Humanidad por la Unesco?
¿Por qué los servicios que nos ofrecen cultura, tenemos que pagarlos los ciudadanos?
¿No son bastante los impuestos a los que nos someten?
Entonces… ¿Por qué no apoyan económicamente para que se mantenga la apertura de un Teatro como es el Victoria?
Sinceramente, sigo pensando que existen Hombres y polÃticos. Que un pueblo en el que se ha nacido y vivido, merece por sus gobernantes, ser respetado y cuidado, lo mismo que las personas que en él habitan.
Un solo ciego, una sola persona cuya silla de ruedas sean sus piernas, merecen una ciudad por la que poder trasladarse sin barreras. Un solo anciano que viva en soledad y sin recursos en los muros de su vivienda, merece una plaza en un lugar en el que lo cuiden.
Las familias que no tienen ingresos merecen estar en los asalariados como trabajadores para el Ayuntamiento. Las Asociaciones que ayudan a enfermos de Alzheimer, de cáncer y otras cuestiones humanitarias deben ser prioridad en los presupuestos de un Ayuntamiento digno.
Hoy, dÃa seis de Enero del año dos mil dieciséis, escribo mi carta desde la madurez, con la certeza de que todo es una quimera, un engaño piadoso…
Pero… ¿Quién sabe? Y si un PolÃtico, resulta ser un Hombre de bien, que abre la ventana y se asoma para comprobar las carencias de su pueblo…
Sorry, either someone took all the comments and ran away or no one left any in the first place !
But You can be first to leave a comment !