Periódico con noticias de última hora, multimedia, álbumes, ocio, sociedad, servicios, opinión, actualidad local, economía, política, deportes…

Este no es el Hellín que quiere nadie

Article   0 Comments
Line Spacing+- AFont Size+- Print This Article
Este no es el Hellín que quiere nadie

Cartas al Director

Armentario López Castillo

Como hellinero, me duele. A todos nos debe doler cada día que pasa sin que se tomen medidas verdaderas para un plan real del Hellín original. Y a todos nos debe de doler cuando, lejos de ello, se vanaglorian por dar una caricia musical como si del Titanic se tratara. O cuando se lee un poema ante ruinas, tapias e infinitos cables, que con rima, lo son menos. O se ensalzan rincones favoritos, adulterando y ocultando realidades, con un patrimonio que agoniza ante la lentitud, y que con algo de cal, azulete y teja azul no le es suficiente. Con un santuario al que entras a rogar, él ruega que lo remocen. Con casas solariegas que hoy ya tiemblan, a punto de caer (¿Se imaginan una procesión de nuestra gran Semana Santa pasando por el gran solar que pronto quedará en calle Perier, plaza de San Francisco, y sin su estrecho?…. No, ¿Verdad?)

Pero esto no va de turismo. Va de personas que amamos este emblemático barrio, y como vecino, digo que no nos resignamos a acostumbrarnos a vivir temerosos, a base de carteles de empresas de seguridad, tapiado de puertas, llenando de rejas las ventanas, porque ya no se sabe cuándo nos va a tocar un robo, una okupacion o un incendio. Y me decís algunos que yo soy un privilegiado…. Prueben a vivir ese privilegio. Hay algunas casas preciosas junto a la mía, a la venta. Como la mitad del resto del barrio. En dónde, si se pusieran medidas de verdad, en vez de excusas, sería conquistado de nuevo por familias, jóvenes y, quién sabe, algún negocio, afortunado por tener las mejores vistas de Hellín.

Esto no va de ideologías. Es, simplemente, el corazón de un humilde vecino que se une al ruego de que no se dé por perdido todo esto. Merecemos vivir con más seguridad, y a cambio, trataremos de que esos rincones estén llenos de vida. Estos días le ha tocado a “la carnicera”, la pobre viuda de Luis.

Hagamos un trato: despidamos a quienes llevan tiempo sin dar con la solución. Demos la oportunidad a otros. El cambio empieza por proteger, de verdad, nuestro pasado. Y hacer digno el barrio más antiguo de esta noble ciudad.

Article   0 Comments
Banner
Banner
Banner
Banner
Banner
Banner
Banner
Banner
Banner
Banner
Banner
Banner

Hemeroteca

Banner

AUDITADOS POR

error: Content is protected !!