El Faro de Hellín

Abusos en las ambulancias del Sescam

Fuente: https://diariosanitario.com

Autor: Antonio Manzanares
Fotógrafo de la naturaleza y maestro. Ha trabajado con Rodríguez de la Fuente y De la Quadra-Salcedo. Autor de 24 libros. Paciente del Sescam.

Desde enero de 2018 me están haciendo diálisis en el Hospital General de Albacete, y me trasladan en una ambulancia cada día. Dentro de las molestias que conlleva esta enfermedad, que de por sí es larga y tediosa, se me ha sumado una enfermedad mucho peor, una calcifilaxis, que es una de las patologías más peligrosas, pues puede acarrear la muerte en muchos casos, y además es muy dolorosa -de las que más, según los médicos- y de muy largo tiempo de curación.

Para colmo de males soy diabético, y cuando salgo de diálisis estoy para que me arrastren, y no para que me lleven de turismo nocturno por las carreteras de Liétor, Pozohondo, Nava de Arriba, Casablanca y el sinfín de aldeas que hay que pasar para llegar a Liétor. Mi destino es Hellín, pero antes me tengo que recorrer la Sierra.

Más adelante explico el motivo por el que escribo esto. Y es que se ha puesto de moda pasar primero a recoger y dejar a otro enfermo de Liétor, cuando el servicio lógico sería llevarme a mí primero a Hellín, para no sobrepasar la hora y cuarto que tienen establecido con el servicio de diálisis.

Siempre llego a mi casa pasadas las 12 de la noche

Cuando salgo de la diálisis a las 11 de la noche y la ambulancia tiene que recogerme para llevarme a mi casa en Hellín, siempre actúa con mucha impuntualidad, pues siempre llego a mi domicilio pasadas las 12 de la noche. Eso es a todas vistas ilegal, pues según me han comentado los médicos de nefrología el acuerdo con las ambulancias es el siguiente:

El coordinador de ambulancias de Toledo ha demostrado que los enfermos para él somos puros objetos a explotar

Pero claro, esas cosas no las quiere entender y por eso se salta las normas a la torera el coordinador de ambulancias de Toledo, que ya ha demostrado que los enfermos para él somos puros objetos a explotar, sin derecho a un poco de piedad.

-¿Sabrá este elemento, que no entiendo como todavía no lo han echado sus jefes, cuando se salta todas las normas acordadas, sólo por beneficiar a su empresa, y los enfermos somos meros objetos a los que sacarles el rendimiento económico?

Salí de casa a las cuatro y media de la tarde y regresé a las dos de la madrugada

Como aclaración de lo que digo le voy a poner de ejemplo del 9 de marzo de 2019:

-Me llamaron de la coordinadora de ambulancias de Albacete para decirme que a las 4,30 de la tarde vendrían a recogerme. A esa hora ya estaba yo sentado en mi silla de ruedas junto al camino esperando a la ambulancia, que no llegó hasta las 4,50. La conducía Alicia, de Fuenteálamo, en la ambulancia matricula 6680 CNW.

A las 5 en punto me recoge la ambulanciera y me pregunta que por donde se va a Lietor, ya que tenemos que recoger allí a un señor, que al parecer debe ser muy amigo del coordinador de ambulancias del Secam en Toledo -¿?-, pues sino no se entiende tanto desvelo para favorecer a uno perjudicando a otro.

A las 6,35 llegamos al Hospital de Albacete. Esto está grabado de boca de Alicia, la cual además nos dice que hemos hecho ochenta y tantos kilómetros. Otra ilegalidad más, pues el traslado de los enfermos no puede superar la hora y 15 minutos, desde su casa al Hospital o viceversa.

A las 7 de la tarde me ponen las agujas en la cama unas enfermeras que ya tienen ganado el cielo con su aplicación y bien hacer ¡Gracias, enfermeras! ¡Qué diferencia con el mundo de las ambulancias, pues a lo largo de este tiempo he descubierto que es un mundo sórdido! Y no por culpa de los sufridos ambulancieros, sino de sus jefes. Terminada la diálisis, la coagulación, etc. salgo a las 11 en punto a urgencias a esperar a la ambulancia.

La ambulancia, que debía de recogerme antes de las 11 y media de la noche, no acude, a pesar de mis llamadas al servicio de ambulancias de Hellín, hasta las 12 y media en punto. Repito, por si no se ha entendido, a las 12,30 en punto. La conduce una ambulanciera de nombre Rosa, por cierto de trato un poco agrio y agresivo.

-Pasamos por Liétor a dejar al señor que llevamos y seguimos camino a Hellín. Albacete-Liétor-Hellín, por carreteras secundarias y llenas de curvas, con el consiguiente peligro, pues la conductora iba demasiado rápida ¿Sería para contentar a sus jefes intentando no superar el tiempo límite de entrega de enfermos?

A las 2,05 en punto llegamos a mi casa. Hemos tardado 1 hora y 35 minutos

¿Puede consentirse en cualquier cultura civilizada ese maltrato a los enfermos?

Y ya de paso añadiré dos anomalías del mundo de las ambulancias:

Ruego, a quien pueda, ponga fin a estos desmanes para facilitarnos la vida a los enfermos. Gracias.