El Faro de Hellín

El alcalde, la Plataforma en Defensa del Casco Histórico y los ojos del Guadiana

Manuel Serena sale al paso de las críticas de la Plataforma en Defensa del Casco Histórico por el actual estado de este Bien de Interés Cultural (BIC), comparando a esta asociación con “los Ojos del Guadiana”, que aparecen y desaparecen.
Para dar cuenta de la puesta en marcha de un interesante asunto como es poner a la venta 15 parcelas de terreno con un total de 65.000 metros cuadrados del sector La Fuente del Polígono Industrial San Rafael, llegaban a la sala de prensa de la Casa Consistorial el alcalde de la ciudad, Manuel Serena Fernández, y su “inseparable” concejal Pedro García Sequero, se refirieron a este “chollo” para los empresarios, de cuyas peculiaridades ya damos en nuestras páginas los necesarios detalles.
Pero no solo se habló de terrenos y futuras industrias que podrían dar soluciones a la situación calamitosa que vive en la actualidad el término municipal de Hellín. También, gracias a la pregunta realizada por una colega de Televisión Hellín, que quiso saber qué argumentos tenía el primer edil ante las críticas publicadas estos últimos días por un miembro, Antonio Olivares, de la Plataforma en Defensa del Casco Histórico, que publicaba en El Faro de Hellín y que hablaba de “vergüenza y tristeza” al contemplar su actual estado.
En este escrito, como han podido comprobar nuestros lectores, entre otras críticas se asegura que se ha retrocedido a un estado que no se había visto desde el año 2012, cuando se fundó la Plataforma para luchar contra la dejadez y la inanición que lo invadía todo.
Asimismo, Olivares asegura que durante el mandato socialista se dieron pasos de importancia y también se mantuvo el casco histórico en la agenda, pero que en los dos últimos años de nuevo esa dejadez es tremenda, profunda y absoluta.

Población de otras latitudes
Pues bien, tras este necesario preámbulo, llegamos a la intervención de Manuel Serena, que la iniciaba con estas palabras:
“El Casco Histórico tiene un problema de fondo. La gente que ha vivido allí lo ha ido abandonando, se ha hecho mayor, han buscado otros emplazamientos, y en los últimos años ha llegado población de otras latitudes que se tienen que adaptar, y eso crea problemas.
Además, este año se nos ha unido que todavía no se ha iniciado el Plan de Empleo, de hecho hoy se inicia una parte, pero los trabajos que se suelen hacer en primavera no han sido posibles”.
Más adelante, el primer edil afirmó que dependía de estos factores que no se hubiesen hecho estas actuaciones que pedía cierto colectivo, pero sí se habían hecho otras, como las realizadas hace escasas semanas en la subida de la calle Castillo.
“Cuando el Ayuntamiento —continuó Serena— tiene que acometer el derribo de casas por obligación subsidiaria, porque los habitantes, insisto, han abandonado el casco la mayoría de ellos, aún queda mucha gente, pero cada vez menos, y la que queda viene reemplazándose con personas que no son oriundas de Hellín pero se tienen que adaptar. Esa es la realidad: las casas antiguas y viejas se están cayendo, y el Ayuntamiento tiene que hacer inversiones, pues cada vez que tenemos que derribar una casa es un coste importante. Por ejemplo: la que se cayó en Navidad en la Peña Caída, con retirada de escombros, demoliciones parciales del edificio; repito, un gasto importante”.

Sin valor patrimonial
El alcalde de Hellín quiso subrayar que, precisamente, que esta zona de Hellín sea un Bien de Interés Cultural (BIC) no era precisamente un “chollo”, pues los trámites para hacer cualquier obra los ralentizan mucho y, como ejemplo (para nosotros poco acertado), indicó las obras que se tienen que hacer en la ermita del Rosario, valoradas en 50.000 euros, pero que los trámites burocráticos las están demorando.
“Hay una cosa que quiero dejar bien clara —aseguró— lo que tiene valor en el Casco es el trazado y algunos inmuebles concretos; la mayoría, reitero, no tienen valor patrimonial ni cultural, pero sí el trazado histórico árabe antiguo, que es lo que hay que conservar principalmente, aunque el BIC lo engloba todo, lo que tiene valor y lo que no tiene, así se crean los problemas administrativamente la mayoría de las veces”.
Ya, cuando terminaba su intervención, se dirigió directamente a la Plataforma:
“Que no sean actuaciones de la mano de una plataforma o de una asociación no quiere decir que no se estén haciendo; de hecho, hace escasos meses se rehabilitó toda la zona del Barranco del Judío”.

Dos años pidiendo una cita de trabajo con Emiliano García-Page
Así, no faltó una mención a los recursos limitados del Ayuntamiento, con un gran término municipal de más de 780 kilómetros cuadrados, y el anuncio de nuevas obras como las que se van a llevar a cabo en la calle Ave María y la calle Alhóndiga, en el cerro de San Roque.
“Yo entiendo la labor que hace la Plataforma en Defensa del Casco Histórico y la comparto, y creo que debemos trabajar de la mano para mejorar ciertas condiciones de la zona. Pero me gustaría que no fueran como los Ojos del Guadiana, apareciendo y desapareciendo, y poder tener un interlocutor continuo.”
“Llevo dos años pidiendo una cita con Emiliano García-Page, una cita de trabajo, no una visita. Como mucho, hace un año me la concedieron con el vicepresidente segundo de la Junta de Castilla-La Mancha, al que le trasladé esta necesidad industrial de Hellín y esta posibilidad de desarrollo real que tenemos, que solo necesitamos el empuje real de la región, como existe para otras zonas. Hellín tiene un enclave privilegiado entre Albacete y Murcia y podría ser ese nexo de unión entre las dos provincias. Y además, nosotros los hellineros nos sentiríamos muy cómodos, pues culturalmente nos sentimos muy cercanos a Murcia, aunque seamos castellano-manchegos”.