Fructuoso Díaz
El próximo año 2026 cumplirá la Coral San Rafael 25 de existencia. Un cuarto de siglo que ha llenado de música y canción, de testimonio artístico y un provechoso trabajo que ha hecho crecer la sensibilidad y vocación musical en Hellín.
El pasado domingo, en el singular marco de la iglesia de Franciscanos, la Coral San Rafael ponía un luminoso broche final en los actos que, con motivo de las fiestas en honor del patrón de Hellín, se han celebrado en nuestra ciudad.
Con asistencia de numeroso público, la Coral nos regaló un espléndido concierto. En esta ocasión, dedicado a la música de habaneras, un género que nace en Cuba a mediados del siglo XIX, esa danza lenta, instrumental o cantada, de fondo esencialmente romántico, que está presente en todas las agrupaciones corales españolas.
Tras la descriptiva presentación de Agustín Cifuentes, el concierto se desarrolló bajo la dirección del profesor Francisco Javier García Cobos, director de la banda Unión Musical Santa Cecilia, de Hellín. Asimismo, el concierto contó con la valiosa intervención del profesor Lázaro Fernández-Falcón González, pianista acompañante en el Conservatorio Profesional de Albacete, que cuenta con numerosos reconocimientos públicos por su labor en la divulgación de los valores musicales por nuestro país.
Se inició el concierto con la interpretación de la habanera Flor Marina, un homenaje a la ciudad de Cartagena, para seguir con Habanera salada, del maestro Lafuente Aguado, cuyo esencial contenido se dirige a la ciudad de Torrevieja. A continuación, la Coral interpretó Habanera divina, una pieza con música de Manuel Massotti y letra del murciano Martínez Endique, composición que es un canto al género musical y a su patria de origen. Se cerró esta primera parte con la habanera La paloma, una de la canciones más populares, más divulgadas desde que fue compuesta y escrita por el maestro español Sebastián de Iradier en 1963.
En la segunda parte del concierto, la Coral nos ofreció cinco de las habaneras de mayor impacto emocional y artístico de este género musical. Se inició con La golondrina, que tiene su origen en un poema escrito en árabe en el siglo XVI con un tema que gira en torno a la emigración, la solidaridad, la nostalgia en los momentos difíciles de la vida. Le siguió la interpretación de la popular habanera De colores, de autor desconocido pero que adquiere distintas versiones y variantes en diferentes regiones españolas. Mi bella Lola, cuyo origen lo encontramos en el norte de España, es una canción que está presente en muchos certámenes de habaneras. La letra es un homenaje a las gentes del mar y a la belleza de la mujer. La habanera de don Gil de Alcalá se enmarca en el segundo acto de la zarzuela del mismo nombre. Es conocida con los títulos de Canta y no llores, Todas las mañanitas. Su autor es el compositor español Manuel Penella. Puso fin al concierto la conocida canción Ojos de España, que ha sido interpretada y grabada por artistas de renombre internacional como Elvis Presley, aunque generalmente se ha interpretado en inglés.
