El Faro de Hellín

José Alarcón Molina

El Sábado Santo, día en el que se editará este escrito, dará entrada a la importante Semana de la Crucifixión y Muerte del Hijo de Dios, Jesucristo, y al maravilloso milagro de su Resurrección, la significativa fecha más señalada de la Pasión. Sobre todo para los que tenemos Fe y nos sentimos cercanos a Jesús que se hizo Hombre para redimirnos. Doliéndonos profundamente su criminal persecución cuando nos traía su Reino para la salvación de la humanidad. Son días para dedicarlos a Cristo y rogarle protección para los que nos rodean, y para que perdone nuestras debilidades y críticas contra quienes tienen responsabilidades sociales ¡sobre todo si no lo hacen con la dignidad exigida!

Es difícil que podamos responder, cómo nos gustaría, a los honrosos nombramientos de la Semana de Pasión de Hellín: “Interés Turístico Regional, Nacional e Internacional; y hasta Patrimonio inmaterial de la Humanidad”, porque eso requiere importantes cantidades de dinero para dar a conocer la enorme categoría de nuestra Semana Santa. No obstante, la población de la Ciudad tiene infinitos recursos a su alcance (experiencia, capacidad de trabajo, habilidad, pasión e ilusión), que pueden suplir perfectamente la estrechez de medios económicos y las deficiencias económicas y administrativas Oficiales. El Ayuntamiento y las Instituciones Locales pueden promover las mejoras necesarias para dar a conocer los dignos títulos que la tradición Semanasantera de Hellín ha logrado a lo largo de los Siglos.

Y solucionar algunos “flecos” que quedan que resolver, y que son pequeños problemas fáciles de corregir: En una reunión de amigos en Albacete capital, mayores de 50 años, hacia una descripción de la categoría de la Semana de Pasión. Y me llevé la sorpresa de que no la conocían personalmente, aunque habían visto imágenes de TV y se imaginaban la enorme participación de la población (portando Imágenes, tocando el Tambor, etc). Pero no tenían idea de la enorme cantidad de visitantes que “viven la Semana Santa Hellinera”. Coincidían que era necesario “conocerla”, porque la distancia no era un obstáculo, cuando en esas fechas unos y otros años viajan a playas o a la montaña. Llegaban a la conclusión de que destacan en exceso los “ruidos de los Tambores”, y ello no les había motivado lo suficiente a lo largo del tiempo. La descripción que les hice era el reverso de las noticias que tenían, porque la simbiosis Tambor y hermosas y masivas Procesiones lo desconocían ¡y estamos a 60 kilómetros de distancia!.

Les aclaré que algunos interpretan la “escasa percusión musical del Tambor” como mucho “ruido”. Cuando realmente el bueno y experto Tamborilero lo que saca del mismo es “música”. Nada que ver con el que toca el Tambor por primera vez, y por añadidura sin ensayos. Y lo complementé con las magníficas Procesiones, lo que despertó una enorme curiosidad, ya que no podían imaginar que hubiera en la Ciudad cerca de treinta Hermandades y Cofradías con algunas de ellas con dos “Pasos”. Así llegamos a la conclusión de que hacen falta muchas e importantes Campañas Publicitarias, siendo las dos Asociaciones (Cofradías y Hermandades; y Tamborileros) las que tienen que “empujar” a las Instituciones Locales.