El Faro de Hellín

Para unirse a la celebración de los 17 pueblos que forman el Consorcio Nacional de los Pueblos del Tambor y el Bombo

Tal como estaba anunciado, al mediodía de hoy, más de 300 tamborileros ataviados con túnica negra y pañuelo al cuello, se concentraban en la Plaza de la Iglesia de Hellín, para festejar la designación, por parte de la Unesco, de sus tamboradas como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad.

A partir de las 12:00 horas los tamborileros comenzaron a repiquetear, con los toques clásicos, para después recorrer los aledaños de esta plaza, donde durante los días de Semana Santa resuenan los miles de tambores que junto a las procesiones, ya fueron declarados de Interés Turístico Internacional.

Entre los tamborileros se encontraban, junto al alcalde de la ciudad, Ramón García, y gran parte de los componentes del Consistorio, el delegado de la Junta, Pedro Antonio Ruiz Santos, y Joaquín Fernández como representante de la junta gestora de la Asociación de Peñas de Tamborileros.

El primer edil con sus palabras, indicó que resultaba un poco extrañó, estar vestido de tamborilero cuando estamos en vísperas de Navidad, pero que la efemérides que se celebra merecía la pena, y había que hacerlo por todo lo alto.

Reiteró su satisfacción por el nombramiento, por fin, por parte de la Unesco como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, a los pueblos del tambor, entre los que se encuentra además de Hellín la pedanía de Agramón.

Tuvo un recuerdo afectivo para todos los que han trabajado para conseguir este logro, que “ya no estaban entre nosotros, y que también habían trabajado para hacer esto realidad”.

Y por último hizo un ruego a los hellineros para que este título no quedará solo aquí, sino trabajar “para demostrar al mundo entero que esta es una Semana Santa especial, única en el mundo”.

Por su parte Joaquín Fernández, en nombre de la Asociación de Peñas de Tamborileros, recordó que esta era una celebración compartida, con otros 17 pueblos tamborileros. Quiso mandar un mensaje de agradecimiento a todos los hellineros que se había prestado a ser parte directa de esta conmemoración saliendo a la calle a tocar el tambor en pleno mes de diciembre.

Por último Pedro Antonio Ruiz Santos, tras felicitar al pueblo de Hellín, felicitación que hizo extensible a Agramón y Tobarra, recordó que la tamborada de Hellín es la mayor del mundo, y para el era un motivo de orgullo poder estar acompañando esta celebración.

El delegado quiso hacer un ofrecimiento al asegurar que en esta edición de FITUR, había que llevar los tambores de Hellín y Agramón teniendo en cuenta que en el mes de marzo próximo se iban a llevar a cabo en la pedanía hellinera las XXXIV Jornadas de Exaltación del Tambor y el Bombo para que sean muchas personas las que viajen a conocer esta tierra.

Terminó dando las gracias a estos pueblos tamborileros pertenecientes a Castilla-La Mancha que con este nombramiento engrandecían la región.