El Faro de Hellín

José Alarcón Molina

Las pudo convocar el ex Presidente del Gobierno de la Comunidad Carles Puigdemont, y hubiera evitado lo que está ocurriendo al Gobierno que presidía y a la Mesa del Parlamento de Cataluña. Y por supuesto se hubieran evitado los graves problemas que han surgido en muchas familias de Cataluña, en la sociedad Catalana que se encuentra dividida con un tremendo disgusto entre los españoles residentes en la Comunidad, y el más que deplorable espectáculo que estamos dando hacía dentro y hacía fuera de España. Ese lamentable político “independentista” de escasísima experiencia como gobernante, manejado como un “títere” entre los miembros de ERC (el señor Junqueras, Vicepresidente, se ha equivocado desde el principio al fin y lo “tendrá que pagar”) y ese grupúsculo ácrata de la CUP (10 Diputados de un Parlamento de 135 Diputados, o menos del 8% de la Cámara, y se les ha dejado maniobrar y mandar “lo que les daba la gana”. Enemigos de que exista un “poder político”, salvo si mandan ellos), han provocado un auténtico cisma porque al inexperto ex Presidente Puigdemont la Presidencia de la Comunidad le “venía muy grande”.

La trama político—independentista con características de atentado criminal “no era ninguna broma de muchachos rebeldes”, que lógicamente un Estado y el Gobierno de España con la Ley (Constitución) en la mano no iba a tolerar, porque en la Región hay millones de españoles que “han nacido y viven en España, sin querer dejar de llamarse españoles”, va a tener para los que ostentan Cargos Públicos en la Autonomía unas consecuencias Legales que se repetirán 83 años después de 1934 (Companys), con una diferencia favorable y menos violenta que aquella, porque no habrá afortunadamente ningún final dramático. Cárcel sin ninguna duda puede haberla, una vez que la Justicia dictamine el delito, pero eso no era desconocido para los actores Públicos de este “desafío independentista”, que nos ha tenido y nos sigue teniendo “a todos en ascuas”.

La Sociedad Catalana evitará, con sus ganas de convivencia en paz y tranquilidad, que unos nuevos representantes políticos “no sigan el mismo camino torcido”. El que hayan salido de Cataluña en algo más de un mes cerca de 2.000 Empresas (grandes y pequeñas) con sus Consejos de Dirección y Fiscales, es una tremenda pérdida de “puestos de trabajo” y dinero, y que además hayan herido profundamente el tejido social y económico de la Comunidad. No pueden olvidar en las nuevas Elecciones que la Comunidad tiene “todo el autogobierno” que los más exigentes podrían desear. Lo que le falta a esa gobernabilidad son unos políticos inteligentes, con experiencia, demócratas en las libertades, y una gran visión de futuro. Algo fácil de “recuperar” en una Región ya “progresista y desarrollada” en los últimos 30 años.

A los españoles nos gustaría que esa Comunidad, como las 16 restantes y las dos Ciudades Autónomas de Ceuta y Melilla, lograran las mayores cotas de “desarrollo y crecimiento”, porque ese progreso nos hace grandes a todos. Y no nos engañemos, y que no nos engañen los políticos de “escaso brillo”, eso se consigue con una convivencia en paz y tranquilidad, y arrimando el hombro para mejorar.